Iñaki Urdangarin cada vez que viaja a Barcelona aprovecha para ver a viejos amigos. Esta semana el ex duque de Palma ha aprovechado para citarse con algunos de ellos e incluso para presidir una comida en un elitista barrio de la ciudad condal. En concreto, se ha reunido con compañeros de profesión que ahora ocupan altos cargos del Barça, así como con otros amigos que han amenizado su velada. El lugar escogido para ponerse al día y disfrutar al máximo del tiempo juntos ha sido un restaurante famoso en Castelldefels por los arroces y los pescados a la brasa, donde han compartido mesa para 10 personas. Sonriente y sin poder esconder lo cómodo y feliz que está, Iñaki Urdangarin ha sido pillado relajándose junto a gente conocida, tal y como muestra la imagen que ahora saca a la luz SEMANA.
Tras degustar varios platos, vino tinto y charlar sobre la vida, Iñaki Urdangarin no ha tenido reparo alguno en fotografiarse junto este grupo de amigos con el que se le ve tan en paz. Un menú que se alargó más de lo previsto y así lo demuestra la otra imagen que te enseñamos en SEMANA, ya que en ella se aprecia que estuvieron juntos hasta ya entrada la noche. No quisieron esconder su encuentro y comieron sin miedo alguno a ser visto o a que sus conversaciones fueran escuchados por otros comensales en la terraza, aprovechando así el buen tiempo de la ciudad. Una mesa larga en la que solo estaba acompañada de hombres y en la que no había rastro alguno ni de Ainhoa Armentia, ni tampoco de ningún familiar de Iñaki Urdangarin.Varios compañeros que en su día jugaron y trabajaron mano a mano con Iñaki Urdangarin han quedado con él, ya que mantienen una excelente relación y procuran estar todos en continuo contacto. Para el ex de la Infanta Cristina no es ningún problema hacerse casi 500 kilómetros para reencontrarse con ellos, al igual que tampoco lo fue en el mes de marzo cuando quedó con alguno de este grupo entonces. Alguno de estos le ayudan a desarrollarse como coach y gestor deportivo y le echan una mano para que crezca laboralmente, un gesto al que el exjugador de balonmano está infinitamente agradecido. Estudiar un curso de psicología y coaching durante su estancia en prisión le ha servido para saber lo que quiere, pero sabe que debe hacer prácticas en las que sus amigos pueden aconsejarle.
Iñaki Urdangarin vivió muchos años en Barcelona y guarda buenos recuerdos de su etapa allí, por lo que cada vez que visita la ciudad llama para reencontrarse con estos a los que guarda tanto cariño. Esta vez no iba a ser menos. Ha hecho un hueco en su agenda para sentirse como uno más en un grupo con el que revive el pasado, cuenta anécdotas y planea, quién sabe, si un futuro en común.