El primer discurso de Carlos III como rey ha estado lleno de sorpresas. No solo por la emoción que no ha querido esconder, también por los continuos guiños que ha hecho a su familia. Roto por la muerte de su madre, le ha dedicado bonitas palabras a su progenitora y le ha deseado un buen viaje para cuando se reúna con su padre, Felipe de Edimburgo, quien falleció en el mes de abril de 2021. "Ya no me será posible dedicar tanto de mi tiempo y energías a las organizaciones benéficas y los asuntos que me importan tanto. Pero sé que este importante trabajo continuará en las manos confiables de otros. Este también es un momento de cambio para mi familia. Cuento con la amorosa ayuda de mi querida esposa, Camilla", ha dicho. Antes de estas palabras ha hablado de sus hijos y de su mujer, Camila, quien no duda que estará a la altura de las circunstancias.
No ha desaprovechado la oportunidad para ensalzar el papel de su esposa, que se convierte ya en reina consorte. "En reconocimiento a su leal servicio público desde nuestro matrimonio hace 17 años, se convierte en mi reina consorte. Sé que aportará a las exigencias de su nuevo cargo la firme devoción al deber en la que he llegado a depender tanto. Como mi heredero, William ahora asume los títulos escoceses que tanto han significado para mí", ha comentado en el vídeo que se ha emitido. A partir de ahora Guillermo será, según su propio padre, "el duque de Cornualles", tal y como ha comentado en el discurso emitido en la BBC pasadas las siete de la tarde de este viernes 9 de septiembre. Él asumirá las que hasta ahora eran sus responsabilidades del ducado, las mismas que ha asumido durante más de cinco décadas y de las que despide desde este preciso momento.
Además, también se ha dirigido a Meghan Markle y el príncipe Harry, lo que, sin duda, ha dejado atrás, al menos durante unos instantes, la tensión que durante los últimos meses ha acompañado a la familia. "También quiero expresar mi amor por Harry y Meghan mientras continúan construyendo sus vidas en el extranjero", ha dicho, dejando boquiabiertos a millones de británicos.