Estefanía de Mónaco, la menor de los tres hijos de Rainiero y Grace de Mónaco, ha salido de su 'reclusión' estos últimos días para acudir a algunos eventos importantes en el Principado. Un hecho llamativo en tanto en cuanto la princesa mantiene un perfil discretísimo desde hace muchos años. Atrás quedaron los días en los que no se apeaba de los titulares, ya fuera por sus novios y matrimonios, por sus aventuras profesionales o por sus escándalos... Pero Estefanía de Mónaco ha cambiado; es otra. "Otra" en un amplio sentido de la palabra. Con un rostro rejuvenecido, bien peinada y hasta glamourosa, fuera de la imagen más informal a la que nos ha acostumbrado en los últimos tiempos.

El próximo 1 de febrero cumplirá 55 años, convertida en madre y "hermana de", del príncipe Alberto de Mónaco, su eterno aliado y cómplice, por encima de su hermana Carolina. Juntos los hemos visto esta semana en un importante partido de fútbol entre el Mónaco y el PSG y también en la inauguración del Festival Internacional de Circo de Montecarlo, del que ella es presidenta de honor.

A su lado también estaban sus hijos, Louis, Pauline y Camille. El mayor contrajo matrimonio el verano pasado con Marie Cavallier, y son los que más probabilidades tienen de convertirla en abuela. Estefanía fue la 'enfant terrible' de la realeza europea. Lo mismo cantaba, que diseñaba bañadores, que se metía a vivir en el mundo del circo después de su segundo matrimonio con Adans Lopez Peres. Ahora su vida parece transcurrir por apacibles territorios donde el amor ya no la altera. No se le conocen relaciones oficiales, aunque puede que se guarde un as en la manga...