La teoría de una supuesta infidelidad del príncipe Guillermo (41 años) aterrizó de lleno en multitud de portadas británicas, coincidiendo con la misteriosa desaparición pública de la figura de Kate Middleton, de quien muchos afirmaban estar de retiro espiritual y recuperándose de los males del corazón.
Nada más lejos de la realidad. La princesa de Gales padece cáncer y se encontraba llevando a cabo su tratamiento de quimioterapia. Lo que en un principio se iba a quedar en la memoria colectiva como una especulación más perdida entre tantas otras del huracán mediático desatado, ahora sonaba particularmente mal. El hecho de que muchos afirmasen esta deslealtad del príncipe Guillermo y posteriormente hacerse público que su mujer padecía cáncer no ha dejado en muy buen lugar a los que le tachaban de infiel.
La reina Camila y Rose Hambury: el pasado "común" de dos de las mujeres más juzgadas por la prensa inglesa
A pesar de ello, el enigma sobre este rumor ya llevaba mucho tiempo sobrevolando el Palacio de Windsor. Es popularmente conocido la relación que el hijo de Carlos III habría tenido con Rose Hambury (la marquesa de Cholmondeley) a los cuales siempre se les ha relacionado por una estrecha amistad que no pocos tildaron de algo más.
Los rumores de infidelidad en la Casa Real británica han estado tendidos al sol durante generaciones. Primero, cuando la relación del rey Carlos III con Camila Parker Bowles trascendió mientras este aún estaba casado con la princesa Lady Di. Más tarde llegaríaantes de que Kate Middlenton anunciara su complicada enfermedad, cuando la marquesa de Cholmondeley se convertía en el centro de atención, siendo la supuesta culpable de unos problemas matrimoniales que se supone que no existieron. O sí, eso no podemos saberlo.
Rose Hambury se convirtió durante unas semanas en la mujer más odiada de Reino Unido. Algo que también ocurrió con la ahora reina Camila en su día. Esta mujer inglesa de ojos azules y melena morena perteneciente a la aristocracia inglesa y al pasado de Kate Middelton —al parecer era una antigua amiga de la princesa— habría sido acusada de traspasar muchos límites según la rumorología sensacionalista británica, como el de mantener una supuesta relación con el marido de su amiga, el príncipe Guillermo.
El encuentro más incómodo de la reina Camila y Rose Hanbury en sociedad
Desde que salieran a la luz estos supuestos rumores, las apariciones públicas de Rose se han visto reducidas al máximo, y eso que ella era una habitual en todos los eventos más punteros de la 'jet set' londinense. La 'royal' ha querido mantenerse al margen de la polémica, desapareciendo de todos los lugares donde la prensa pudiese tomarle una foto con la que enjuiciar o teorizar sobre su persona. Hasta la fecha. Este domingo 12 de mayo, Rose Hanbury y la reina Camila se vieron las caras en un encuentro de lo más casual.
La incómoda coincidencia de la reina Camila con la supuesta amante del hijo de su marido, el príncipe Guillermo ha ocurrido en la clausura de las Badminton Horse Trials, un acontecimiento deportivo internacional de tres días que atrae caballos y jinetes del mundo. Rose Hanbury asistió a la cita como espectadora asidua a las carreras de caballos, viviendo un momento de lo más curioso e incómodo, donde fue fotografiada haciendo una reverencia ante la reina Camilla justo cuando esta pasaba por delante del espacio donde ella se encontraba.
La interacción de Rose con la mujer de Carlos III se limitó a este peculiar gesto protocolario que atañe más a la cultura de respeto a la realeza en la sociedad británica que a una relación fluida entre ambas. De hecho, la prensa británica ha exprimido cada centímetro de su expresión facial, afirmando que el rostro de Rose se habría atenazado por la timidez e incluso vergüenza que siente la marquesa de Colmondeley al haber sido el sujeto pasivo de todos los chismes sobre la supuesta infidelidad a espaldas de Kate Middleton.
Un momento de lo más esperado por la prensa anglosajona
Este encuentro de lo más anecdótico entre la mujer de Carlos III y la aristócrata era una escena de lo más deseada para los curiosos y periodistas del corazón en Reino Unido. La presencia de ambas en el prestigioso evento ecuestre ha sido precisamente un reclamo que disparó el volumen de espectadores durante su retransmisión, así como la propia venta de entradas para el evento.
Bien es cierto que al contrario que Rose Hanbury, que se la observó visiblemente incómoda, la reina Camila se mantuvo firme en su objetivo de dar una apariencia sólida ante los rumores sobre lo que ocurre dentro de palacio, mostrando con esmero y gran habilidad su mejor cara ante el público.