El rey Carlos III y sus hermanos, Ana, Andrés y Eduardo han participado en una vigilia a los restos de Isabel II en el castillo de Westminster.
Este viernes, Londres ha sido testigo de uno de los acontecimientos más emotivos de los actos de despedida a la reina Isabel II: la conocida como "la vigilia de los príncipes", una solemne ceremonia que ha reunido al rey Carlos III, de 73 años, con sus hermanos Ana (72), Andrés (62) y Eduardo (58) en una reunión solemne y en total silencio frente a los restos mortales de su madre. Esta ha tenido lugar en el castillo de Westminster. Así, durante un total de 15 minutos, hemos visto a los cuatro hijos de la que fue soberana de Inglaterra durante 70 años tener uno de sus últimos encuentros con su madre antes de que esta sea enterrada, el próximo lunes 19 de septiembre, en el castillo de Windsor.
Esta tradición se remonta a 1936, cuando los cuatro hijos de Jorge V montaron guardia en torno a su ataúd. Desde entonces se ha mantenido la costumbre de velar por el ataúd de un monarca tras su muerte. El de este viernes ha sido un acto similar al que ya vimos la semana pasada en Escocia, en la catedral de St Giles, en Edimburgo, cuando sorprendió la presencia de la princesa Ana en una tradición reservada hasta ahora a los hombres de la familia real. Aquella fue la primera ocasión en la que una mujer del clan Windsor participó en una vigilia tradicional.
El Príncipe Andrés vuelve a vestir -excepcionalmente- el traje militar
Los cuatro hijos de la fallecida soberana, ataviados con ropa militar, han permanecido junto al cuerpo presente de la su difunta madre. Todo ello ante la atenta mirada de los ciudadanos que han aguardado durante horas para dar un último adiós a su reina, ya que este acto no ha detenido el acceso de personas a la capilla ardiente. Cientos de personas han sido testigos de un instante verdaderamente único. La seriedad, el dolor y el profundo silencio de los cuatro hermanos han sido los verdaderos protagonistas de la jornada.
Uno de los detalles que más han llamado la atención de este acto radica en la vestimenta de los hijos de Isabel II. Y que uno de ellos, Andrés, lo tiene totalmente prohibido. Tras su
implicación en el caso Epstein, la reina, -ante el escándalo y presionada por la opinión popular-, lo despojó de sus reconocimientos militares. El motivo que explica por qué lo hemos visto utilizar de nuevo estas prendas es que el
rey Carlos III habría dictado una dispensa especial para que su hermano pudiera llevar excepcionalmente el uniforme del Ejército. Curiosamente,
Andrés es el único de los cuatro hermanos que ha servido en una guerra, al igual que lo hizo su sobrino el
Príncipe Harry en Afganistán y también despojado del uniforme cuando renunció al trato de ‘Alteza Real’.
El Palacio de Westminster acoge desde el pasado miércoles por la tarde la capilla ardiente de la fallecida monarca y no cerrará hasta el lunes a primera hora, -a las 6:30 hora local-. Ese mismo día tendrá lugar el funeral de Estado en memoria de Isabel II, en presencia de cientos de dirigentes internacionales. Se prevé que estos empiecen a llegar a partir de las 08:00 (hora local) a la abadía. El féretro de la reina se trasladará en procesión desde Westminster Hall a la Abadía de Westminster para celebrar un funeral de Estado el lunes a las 11.00 horas (hora local). Al término del servicio religioso, a las 11:55 (hora local), habrá en todo el país dos minutos de silencio tras lo cual se entonará el himno nacional «Dios salve al Rey».
Los
nietos de Isabel II, incluido el
príncipe Guillermo, -actual príncipe de Gales y Heredero al Trono-, participarán en una ceremonia similar este sábado.