Por fin ha llegado uno de los momentos más esperados de la coronación de Carlos III: la llegada del príncipe Harry a la abadía de Westminster. Sin la compañía de su mujer, Meghan Markle, ni la de sus hijos, Archie y Lilibet, y ataviado con uniforme militar, el hijo menor del Rey Carlos III se ha dejado ver en Londres con la mejor de sus sonrisas. Al menos en los minutos iniciales de su puesta en escena. En esta jornada histórica le ha tocado poner buena cara ante un momento de enorme felicidad para los Windsor. Una cita que esconde también un enorme malestar en las entrañas de su familia. Desde que tomara la decisión de dejar de ser un "miembro activo" de la realeza y se mudase con su familia a Estados Unidos, la relación con los de su linaje se ha visto seriamente mermada. Es algo que ha quedado reflejado a su llegada a Londres. Su rostro, aunque amable, dejaba entrever cierta tristeza.
Harry regresa a Estados Unidos una vez finalizada la ceremonia de coronación
El Príncipe Harry ha llegado uno de los primeros a las inmediaciones de Westminster. A la cita, además de los miembros de la Familia Real británica, han acudido unos 2.000 invitados entre los que destacan mandatarios y casas reales de todo el mundo. Se trata de una cita trascendental que los británicos llevan preparando durante meses, concretamente desde que se conociera la muerte de Isabel II. El asistente más polémico, y uno de los que más tardó en dar una respuesta a Buckingham después de recibir la invitación oficial fue Harry.
El hijo menor de Carlos III aceptó acudir a la ceremonia, pero lo ha hecho en solitario. Su esposa permanece en Florida al cuidado de sus hijos, Archie Harrison y Lilibet. Curiosamente, el mayor de los hijos de los duques de Sussex cumple cuatro años el mismo día de la coronación, lo que ha hecho que este tome una drástica decisión: abandonar la ceremonia para regresar a casa y poder soplar las velas junto a su familia. Una vez que su padre sea coronado cogerá un avión para no perderse el cuarto cumpleaños de su primogénito. Así lo adelantaron desde el programa 'Hoy en día' de Telemundo. "Se regresa para ver si puede pasar un poquito del cumpleaños de su hijo Archie, que va a estar celebrando ese día cuatro años de edad. El hecho que no va a estar en ningún protocolo luego de la coronación, eso le da la posibilidad de salirse de ese compromiso", adelantó Alejandro Tremola, periodista experto en realeza de la cadena estadounidense.
Sentado en tercera fila en la abadía de Westminster
Una vez en el interior de la abadía, Harry se ha sentado en la tercera fila de la iglesia junto a sus primas Eugenia y Beatriz; y sus respectivos maridos, Jack Brooksbank; y Edo Mapelli Mozzi. También ha compartido banco con una prima de su abuela Isabel II, Alexandra. Su hermano Guillermo, por su parte, se ha colocado junto a su esposa Kate en primera fila, en calidad de herederos al trono. Junto a ellos, Eduardo y Sofía y sus hijos; y la princesa Ana con su marido, Tim Laurence.
Apenas dos horas después de la ceremonia, el príncipe Harry tiene previsto regresar a Florida. Se perderá, pues, la fiesta posterior a la coronación, en la que todos los miembros de su familia se reunirán para celebrar por todo lo alto este momento histórico. Una vez más, no compartirá con los suyos este día tan especial.