El príncipe Harry se mete en una nueva polémica. Demanda a un medio británico por supuestas falsedades sobre el tema de quién paga su seguridad cuando está en Reino Unido. Él quiere que el Gobierno le preste a la policía, pero se niegan a este beneficio y le dicen que si quiere sentirse seguro, que lo pague
Los duques de Sussex están viendo sus pretensiones legales complacidas sentencia a sentencia en su lucha contra los medios británicos. Esto quizá haya animado ahora al príncipe Harry a emprender una nueva batalla contra el mismo grupo mediático que tumbó en los tribunales su mujer, Meghan Markle, el pasado mes de diciembre. La actriz venció a varios periódicos británicos por publicar la carta privada que le escribió a su padre, Thomas Markle, y encima manipular su contenido para subrayar los reproches que realizaba y no los puntos en los que buscaba su reconciliación. Un suceso ruin acontecido en 2018 y que tuvo que esperar tres años hasta recibir sentencia en firme y que ella entendió como “una victoria no solo para mí, sino para cualquiera que haya sentido miedo de defender lo correcto”. Una cruzada por defender sus derechos vulnerados frente al acoso experimentado por la prensa británica, a la que ahora se suma también el príncipe Harry, con un nuevo golpe judicial.
El príncipe Harry se ha valido de un portavoz para dar a conocer su próximo movimiento legal para reclamar sus derechos y buscar una indemnización a la altura del mal causado. “Puedo confirmar que el duque ha presentado una denuncia contra Associated Newspapers Limited (ANL)”, anunciaba el portavoz de los duques de Sussex, dando por buenas las primeras informaciones que señalaban que el nieto díscolo de la reina Isabel II de Inglaterra había emprendido una nueva guerra contra ‘Mail on Sundany’, el dominical de ‘Daily Mail’, tras considerar que ha sido difamado en uno de sus numerosos artículos en los que busca el revuelo mediático con supuestas falsedades.
El artículo que ha terminado por crispar sus nervios, dar un golpe en la mesa y decir basta es aquel en el que se hace referencia a una petición por su parte a las autoridades para que se le asigne un equipo de seguridad policial para cuando pise suelo británico. Un detalle que aviva el runrún del pueblo, después de la decisión del príncipe Harry y Meghan Markle de romper lazos con la familia real británica, a pesar de que esto conlleve renunciar a sus privilegios como ‘royal’.
Pero esta problemática lleva coleando desde hace ya más de un mes, pues a mediados del pasado mes de enero el príncipe Harry ya mostró su desconformidad a la negativa del Gobierno de su país a prestarle seguridad policial cuando se encuentra en su territorio. Él no se siente seguro y entiende que las autoridades deben velar por su integridad, así como la de su propia familia. Desde el Gobierno comprenden su preocupación, pero también que su decisión de dejar a la Familia Real británica y todas las responsabilidades que su figura conlleva, para poder rentabilizar económicamente su propia imagen sin rendir cuentas a la Corona tiene sus consecuencias.
La primera y más directa es que si desea un equipo de seguridad, debe pagársela él mismo y es que él renunció intencionadamente sus obligaciones, pero también a la financiación pública que percibía antes. Algo que parece no haberle sentado nada bien y a través de su abogado ha confesado que “no puede volver a su hogar” por sentirse inseguro, como así recogía ‘Daily Telegraph’. Y es que Harry se ha propuesto a pagar el dispositivo policial, pero desde el Ministerio del Interior le recuerdan que la seguridad policial “no está disponible sobre la base de una financiación privada”. Es decir, que puede pagar, sí, pero no a la policía, sino a un equipo privado, pero él no se siente seguro con un equipo externo a sus intereses.
El príncipe Harry no solo se quejó de que no se sentía seguro y que por eso no regresaba a Reino Unido, sino que decidió además emprender acciones legales contra el Ministerio del Interior de su país, es decir, contra el Gobierno, lo cual fue atendido el pasado 18 de febrero. Fue el Alto Tribunal Superior de Justicia de Londres, en una primera vista preliminar, el que ratificó este punto de que, si quiere sentirse seguro, que encargue la tarea de su protección a un equipo privado y no a la policía británica.
El hijo del príncipe Carlos ha querido que se replantee este punto del acuerdo que firmó con Buckingham para allanar el terreno de su salida de la familia real británica, al considerar que la amenaza a un posible ataque hacia él y su familia sigue siendo igual, o incluso mayor, y que de ellos depende velar por su integridad a través de protección policial. Al menos sí cuando pisa suelo británico. Y toca una tecla clave para hacer llegar su demanda a buen término y es que él sigue apareciendo en la línea de sucesión al trono, que ahora posee su abuela, en sexto lugar. Parece que no ha tenido suerte tampoco recurriendo a este punto.