Los Windsor han posada en el balcón del palacio de Buckingham en pleno Jubileo de Platino de Isabel II. El príncipe Andrés tenía prohibido salir al balcón, al igual que los duques de Sussex. Sus acciones tienen consecuencias
La Reina Isabel II ya está disfrutando de los faustos organizados para celebrar sus 70 años sobre el trono de Inglaterra en el Jubileo de Platino. Un momento importante no solo para el Reino Unido, sino también para su propia familia, lo que nos ayuda a realizar una fotografía perfecta sobre cómo se encuentran los distintos protagonistas del clan Windsor. Una oportunidad de comprobar que, pese a los intentos de acercar posiciones, el príncipe Harry y Meghan Markle ya no gozan del reconocimiento real de antaño, siendo desplazados de la foto de familia en el balcón del palacio de Buckingham. Pero no han sido los únicos que se han quedado fuera del encuadre por culpa de sus polémicos movimientos y es que el príncipe Andrés, el hijo más díscolo de la reina Isabel II, también ha sido eliminado del mapa.
Los problemas del príncipe Andrés con la justicia quizá no hayan tenido consecuencias a nivel jurídico, pues se ha librado de responder sobre sus desmanes, acusado de agresión sexual y diversos movimientos económicos extraños. Sin embargo, aunque su familia sí que le ha apoyado a nivel interno, incluso ayudándole a pagar los 14 millones de euros que ha costado mantener callada a la víctima de agresión sexual, de cara a la galería sigue siendo una persona incómoda. Especialmente este jueves cuando ha dado comienzo el Jubileo de Platino de la Reina Isabel II de Inglaterra. La soberana no quería que se desviase la atención y que los titulares se centrasen más en los satélites más controvertidos de su familia, que en ella, auténtica protagonista de los diversos actos que tendrán lugar estos cuatro días.
“Después de una cuidadosa consideración, la reina Isabel II ha decidido que la tradicional aparición en el balcón de Trooping the Colour de este año, el jueves 2 de junio, se limitará a su majestad y a los miembros de la familia real que actualmente están desempeñando funciones públicas oficiales en nombre de la reina”. Con este comunicado oficial se daba a conocer que se caían de la foto de familia el príncipe Andrés y su familia, así como el príncipe Harry y Meghan Markle.
La estrategia de la soberana ha sido clara y parece haber surtido su efecto positivo. La Reina Isabel II ha dado su papel a cada uno de los miembros de la familia real que tiene responsabilidad en la institución y que ejerce como imagen de la misma. Con ello, los duques de Sussex dejaban de ser bienvenidos en la foto de la familia por deseo propio cuando rompieron lazos para emprender una lucrativa andadura independiente en las Américas. Pero más especial es el caso del príncipe Andrés, pues él no se ha retirado de la vida pública y tampoco se ha negado a cumplir con sus responsabilidades con la Corona, sino que ha sido su madre, bien asesorada, la que ha optado por desplazar a su hijo de la familia y, de paso, también prohibir su reveladora presencia en el balcón del palacio de Buckingham desde el que los Windsor han saludado a su pueblo en la mañana de este jueves.