Todos los informativos abrían hoy con la noticia de que todo el personal de servicio de la familia real británica había sido convocado al Palacio de Buckingham, residencia oficial de la reina Isabel II.
El Daily Mail, que fue el periódico que publicó la noticia, se encontró con el silencio de la Casa Real, que ha declinado hacer comentario alguno, aunque había convocada una rueda de prensa para esta mañana, a las 11 concretamente.
Como es lógico, las alarmas saltaron por si se trataba de algo relacionado con la salud de la reina Isabel o de su marido, Felipe de Edimburgo, dada su avanzada edad, pero enseguida se tranquilizó afirmando que no tenía nada que ver.
Debemos señalar que ayer la reina Isabel se encontró ayer con Theresa May en Londres para disolver el parlamento para las próximas elecciones, mientras que el príncipe Felipe fue visto ayer en un partido de cricket.
La duda ha sido despejada hoy a las 11 de la mañana, con puntualidad británica. Se trata de anunciar que el duque de Edimburgo se retirará de sus obligaciones reales el próximo otoño.
En el comunicado publicado por Buckingham se afirma que el príncipe Felipe cuenta con el apoyo total de su mujer, la reina Isabel, y que cumplirá con todos los compromisos que tiene previstos antes de que llegue ese momento.
El duque de Edimburgo acudirá a los eventos que tiene previstos de aquí hasta el mes de agosto, algunos en solitario y otros acompañado por la reina. Aunque en principio se retira del todo, no significa que no acepte acudir a algún evento concreto que le pueda apetecer o considerar oportuno.
Hoy mismo, el duque de Edimburgo y la reina Isabel, que le está apoyando en este proceso, han reaparecido para asistir a un servicio religioso en la Capilla Real del palacio de St. James en Londres, demostrando ambos que están en plena forma y que no son ciertos los rumores que hablaban de posibles problemas de salud.