Malas noticias para el amor en la realeza internacional, que en las últimas semanas se está llenando de corazones rotos. El último es el de Marius Borg (25), el hijo mayor de Mette-Marit de Noruega, fruto de una anterior relación a su matrimonio con el príncipe Haakon. El joven no está atravesando buenos momentos después de su ruptura sentimental con la modelo Juliane Snekkestad (26), con la que llevaba cuatro años.
Así lo ha confirmado ella misma en el diario noruego Nettavisen, en el que ha dicho: "Marius y yo nos hemos separado. Y ahora me siento mucho mejor".
Lo más curioso es que lo ha hecho a través de un mensaje de texto. También ha añadido que es lo mejor que podía suceder y ahora solo pide respeto a la prensa para preservar su intimidad.
Hace cuatro años saltó a los medios la noticia de su relación con Marius Borg, quien a pesar de apartarse de la vida oficial, con contadas excepciones, su relación familiar con la realeza noruega hace que sea un personaje cuya vida interesa.
La pareja se conoció en Los Ángeles, donde Juliane trabajaba como modelo y Marius estaba estudiando. Poco después regresaron a Noruega y se fueron a vivir a una casa situada en la ciudad de Tonsberg, en el sur del país, que además compraron juntos. Allí disfrutaban de días felices y tranquilos, con la compañía de sus dos perros, Louie y Gabbana.
La joven confesó hace un tiempo que era bipolar y que tenía que luchar cada día por su salud mental. Quizás en ese sentido se sitúan esas palabras respecto a que se encuentra mejor. Ahora Juliane Snekkestad ha borrado todo rastro de su ya exnovio en sus redes sociales, dejando sus cuentas para su promoción personal como modelo.
Sin embargo, ahora los jóvenes han puesto fin a su historia de amor. Por ahora Marius Borg guarda silencio al respecto. Es de suponer que en estos momentos de tristeza se ha refugiado en el calor y los consejos de sus seres queridos, empezando por su madre, a quien está muy unido. Con su padrastro, el príncipe Haakon, también se lleva muy bien, tal y como se ha podido comprobar en numerosas ocasiones en las que se han dejado ver en público. Marius solo tenía cuatro años cuando se dieron el 'sí, quiero'.
Además cuenta con el cariño de sus hermanos pequeños, los príncipes Ingrid Alexandra y Sverre Magnus, quienes a sus 18 y 16 años ya pueden entender perfectamente lo que son estas cosas del corazón.