En su segundo día de viaje en Sudáfrica, Meghan Markle y el príncipe Harry han vuelto a ser noticia. En esta ocasión, los duques de Sussex han protagonizado una imagen que ha dado la vuelta al mundo: la de su beso de cine en las calles de Ciudad del Cabo.
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Una gira de carácter humanitario
El príncipe Harry y su mujer disfrutan de su segundo día de viaje por el continente africano. En su primer día en Sudáfrica visitaron zonas desfavorecidas de la capital del país y se reunieron con autoridades y personalidades procedentes del mundo de la política, la cultura, así como con ong's dedicadas a ayudar a las personas en riesgo de exclusión social. Todo ello ha marcado un carácter muy social a este periplo, de carácter humanitario. También está siendo una gira marcada por la naturalidad y espontaneidad de Meghan, que no ha dudado en besar a su marido ante la atenta mirada de los principales medios y agencias del planeta.
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Nuevo encuentro con una ong local
En su segundo día en Sudáfrica, los duques madrugaron para visitar la playa de Monwabisi. Allí pudieron conocieron el trabajo de Waves for Chance, una ong que ayuda a jóvenes a través del surf. Finalizado el encuentro, el príncipe Harry subió a un barco para descubrir los detalles de la pesca y el comercio furtivo de abulones, moluscos apreciados por su carne que están en peligro de extinción en la zona.
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Al son de los bailes populares
Su tercera parada fue en el barrio de Bo Kaap, donde han visitado la mezquita Auwal, no sin antes ser recibidos por todo lo alto. Bo Kaap, famosa por sus coloridas fachadas, es una zona de población mayoritariamente musulmana, aunque conviven personas de distintas culturas. Los vecinos los acogieron con danzas y música tradicionales para celebrar el Día del Patrimonio.
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Meghan, al natural
Una vez más, Meghan volvió a dar palmas al son de la música local y el ritmo de los tambores, haciendo alarde de su naturalidad. Un día antes no dudaba en bailar con los miembros de otra ong, demostrando su innegable sentido del ritmo y su buen humor.
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Cercana con los niños
Meghan, ataviada con un vestido camisero color caqui, se mostró especialmente cercana con los más pequeños, que le regalaron flores y otros obsequios.
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Visita a la mezquita Auwal
A su llegada a la mezquita Auwal, el templo islámico más antiguo de Sudáfrica, Harry y Meghan fueron recibidos por el iman Sheikh Ismail Londt y por el líder de la comunidad musulmana, Mohamed Groenwald. Meghan cubría su cabeza con un velo en color beige.
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Descubriendo manuscritos del Corán
El nieto de Isabel II y su mujer han recorrido la mezquita, construida en 1794 y que alberga el primer manuscrito del Corán. También se reunieron con miembros de distintos grupos religiosos.
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Un 'look' sahariano
La belleza y el 'outfit' de Meghan, de inspiración sahariana, han cautivado a los vecinos de Bo Kaap, felices de contar con esta visita real.
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La felicidad de Harry
Harry también conquistó a los lugareños con su simpatía y sus expresivas muestras de felicidad. El hijo de Carlos de Inglaterra se mostró cómodo y muy sonriente en su segunda jornada de visita en la capital sudafricana.
Imágenes para el recuerdo
Casados en mayo de 2018, los duques de Sussex han compartido miradas y sonrisas cómplices en las calles de Ciudad del Cabo.
Tomando el té
Tras su visita a Bo Kaap, también conocido como el barrio malayo, Meghan y Harry tomaron el té en la casa de Shamiela Sanodien, una vecina de la calle Chiappini.