El pasado sábado 6 de mayo el mundo entero fue testigo de cómo Carlos III era coronado como nuevo rey de Inglaterra. Una ceremonia religiosa, solemne y formal, que se celebró en la Abadía de Westminster y que ofició, como es tradición, el arzobispo de Canterbury. Este cargo lo ocupa Justin Welby, quien tuvo un papel esencial dirigiendo los momentos clave del servicio, entre ellos el propio ritual en el que imponía la Corona de San Eduardo sobre la cabeza del soberano. Pues bien, ahora este hombre ha sido noticia por otro motivo y no precisamente espiritual.
El arzobispo de Canterbury ha sido cazado por los radares de velocidad de Londres cuando circulaba a más de 40 kilómetros por hora, en una zona estipulada para 30 kilómetros, tal y como recoge el diario británico Evening Standard. Las cámaras de Tráfico han pillado al religioso al volante de su vehículo, un Volkswagen Golf, cuando conducía por el centro de la capital hacia su residencia oficial, ubicada en el palacio de Lambeth. Por consiguiente, según el reglamento vigente, Mr. Welby ha perdido 3 puntos de su carnet de conducir y ha sido condenado a pagar una multa de cerca de 600 euros. Nadie se escapa a la ley, ni siquiera una de las máximas autoridades religiosas del país.
Una infracción confesada
El hecho en sí se remonta al día 2 de octubre de 2022, pero ha sido ahora, unos días después de asistir a la Coronación de Carlos III, cuando el protagonista ha conocido la decisión judicial por cometer dicha infracción y el asunto ha trascendido a los medios.
Tal y como consta en la documentación oficial, el arzobispo de Canterbury, de 67 años, admitió ir al volante en el momento señalado e incluso se declaró culpable. Lo hizo vía online para evitar presentarse en la comisaría. Mientras tanto, el procedimiento legal siguió adelante con toda normalidad.
La polémica ha surgido porque, según un portavoz del religioso, este desconocía que tendría que ir a juicio, ya que esto no le fue notificado. Añade también que el arzobispo intentó pagar la multa hasta en tres ocasiones previas, pero que no hubo manera y culpa de estos problemas a los "errores administrativos". La noticia también llega inmediatamente después de que el religioso haya intervenido en una sesión de la Cámara de los Lores criticando las restrictivas leyes de inmigración.
Justin Welby está casado con Caroline Eaton, con la que ha tenido seis hijos (su primogénita falleció en un accidente en París en 1983, con solo siete meses de edad). Su madre fue secretaria privada del primer ministro británico Winston Churchill. Ejerce en el cargo como arzobispo de Canterbury desde hace diez años. Dada su importancia dentro de la Iglesia Anglicana ha aparecido en frecuentes ocasiones junto a la realeza, antes con la reina Isabel II y ahora con su sucesor, Carlos III. Es un hombre de máxima confianza de los 'royals' y su recurrente consejero espiritual.