Mettet-Marit no ha aparecido en la felicitación navideña de la Casa Real Noruega. Una sonada ausencia que ha hecho saltar todas las alarmas y que ha provocado una gran pregunta: ¿Cuál es el motivo por el que no ha estado presente? Conscientes del revuelo que podía ocasionar su desaparición, se ha aclarado qué le sucede, una razón más que suficiente teniendo en cuenta su delicado estado de salud. Y es que la esposa de Haakon de Noruega se ha contagiado de coronavirus, lo cual le afecta mucho más por la fibrosis pulmonar crónica que padece y que, por supuesto, le obliga a recluirse. Obligada a cancelar todos sus compromisos y actos familiares, la noruega ha decidido protegerse, darse de baja y hacer la olvidada para muchos cuarentena. Pero, ¿dónde se esconde ahora? A continuación respondemos a la pregunta que tanto ruido ha hecho en redes sociales.
Mientras el heredero y su familia organizan cómo serán las fiestas este 2023, su esposa trata de matar el tiempo en Skaugum, la casa de 140 habitaciones en la que viven y en la que, por cierto, pasaron el confinamiento. Mette-Marit pertenece a un grupo de riesgo y no le queda más remedio que tomar las precauciones recomendables en este tipo de situaciones, siendo la primera de ellas el aislamiento. Eso sí, no se trata de un confinamiento de a pie, sino uno mucho más relajado. Así lo demuestra que ella y el resto de la Familia Real noruega tengan más de 15 hectáreas de terreno en la casa en la que viven dese hace más de veinte años. Un cuidadísimo exterior que se suma al interior, en concreto, a más de 1.000 metros cuadrados y 140 estancias entre dormitorios, despachos o habitaciones. Situada en el suroeste de Oslo en Noruega, se encuentra sobre unas tierras agrícolas, está construida en ladrillo revestido de estuco y tiene un diseño en forma de L.
La Princesa Mette-Marit de Noruega allí está tranquila, ya que la mansión no está abierta al público, lo que ayuda a que goce de total tranquilidad. Es una vivienda en propiedad, pues Haakon la recibió como regalo de boda de parte de sus padres, aunque quiso darle su toque reformando varios rincones de la misma. Se gastó 4 millones de euros, 750.000 en la decoración y muchos quebraderos de cabeza hasta que todo estuvo a su gusto. Si bien pocos han tenido la oportunidad de entrar al inmueble, su portón sí es especialmente conocido. Cada 17 de mayo, en el Día Nacional de Noruega, posan allí frente a los fotógrafos, imágenes que copan titulares y traspasan fronteras año tras año.
Fue a mediados de diciembre cuando tuvimos la oportunidad de verla por última vez antes de que se confirmara que se había contagiado de covid. Acudió junto a su marido vestida de total black a los premios Nobel, lo que demostró que trataba de dejar atrás los problemas de salud que tantas veces le han apartado de su agenda real. Esta vez no le ha sido posible.