La historia de amor -y desamor- de los Reyes eméritos, don Juan Carlos y doña Sofía, anota un nuevo tanto. Este lunes 14 de mayo celebran su 56º aniversario como casados, pero realmente no habrá una celebración como tal, dado que llevan ya una década haciendo vidas por separado y coincidiendo en actos oficiales casi por casualidad, sino fuese porque están bien medidos y orquestados por Casa Real y la fecha se anota en el calendario con semanas de previsión. Eso sí, cabe señalar que en el último año parecen haber acercado posiciones y su relación se muestra más amistosa que en los años en los que la princesa Corinna y el escándalo de Botsuana copaba todos los titulares.
Fue en el año 2012 cuando cumplieron sus bodas de oro. 50 años de matrimonio que pasó sin pena ni gloria entre ellos, aunque el pueblo lo acogió con alegría y desde Zarzuela ofrecieron el mejor material histórico de su relación para felicitarlos por toda una vida formando equipo. Tras unos años en los que incluso se llegó a especular en la prensa extranjera con la posibilidad de que se produjese un improbable divorcio, ahora parecen más unidos que antaño y no tienen reparos en hacer coincidir sus agendas en actos familiares y otros de carácter más institucional y de representación de la Corona.
Mas citas en 2018 que en los últimos años
En lo que va de año, don Juan Carlos y Doña Sofía han aparecido juntos en más actos privados e institucionales que en 2017 y 2016 juntos. ¿Casualidad? Quizá, pero este 2018 también se le está dando una mayor relevancia a los eméritos por ser el año en el que ambos cumplen los 80 años -él lo hizo el 5 de enero y ella en noviembre- y también se celebran los 40 años de la Constitución.
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Pese a esto, lo que más ha sorprendido después de muchos años llevando agendas privadas muy dispares, que les situaba en sitios muy lejanos de la geografía mundial, ahora no han tenido reparos incluso en compartir mesa y mantel. Lo hicieron el pasado mes de febrero, cuando don Juan Carlos y Doña Sofía se citaron con unos amigos para comer en el restaurante ‘El invernadero de los Peñotes’, en La Moraleja’. Una quedada que no solo sorprendió a los españoles por llevar años sin producirse, sino también en la prensa extranjera, que no dudó en reproducir las fotos resultantes.
También, dio mucho que hablar otra cita privada en la que ambos coincidieron, pero no tanto por el hecho de estar bajo el mismo techo, sino por el hecho de que el motivo de su encuentro era el 50 cumpleaños de su yerno, Iñaki Urdangarin, condenado en firme por sus malas artes a la hora de gestionar el Instituto Nóos y a la espera de conocer si finalmente entrará o no en prisión.
¿Celebrarán juntos su 56º aniversario de boda? Desde Casa Real no sueltan prendas y se acogen a que estas cuestiones pertenecen exclusivamente al “ámbito privado” y no a cuestiones de agenda. Tendremos que informarnos en los mentideros del cuore.