Los Braganza están muy cerca de nosotros, en el país vecino, pero son unos grandes desconocidos para la gran mayoría de los españoles. La dinastía Braganza son los miembros de la Casa Real de Portugal, pretendientes directos al desaparecido trono portugués. Desde 1910, este país decidió suprimir la monarquía instaurando una república que dura hasta nuestro días, pero el líder de la dinastía Braganza no se da por vencido y ha mostrado en numerosas ocasiones su deseo de restaurar la monarquía portuguesa y recuperar su trono real. Hablamos de Duarte Pío de Braganza, quien sería en la actualidad el rey de Portugal, y de su mujer, Isabel de Heredia, la duquesa de Braganza. El matrimonio cuenta con tres hijos que a pesar de no contar con título reales, mantienen su ducado y acuden eventualmente a actos públicos, son Alfonso, María Francisca y Dionisio.

Duarte Pío de Braganza e Isabel de Heredia

Los duques de Braganza, Duarte Pío de Braganza e Isabel de Heredia

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Duarte Pío de Braganza y su esposa Isabel de Heredia se dedican mayoritariamente a a la dirección, gestión y control de su propia asociación benéfica, la Fundación Don Manuel II. Su boda tuvo lugar en mayo de 1995 en el emblemático monasterio de los Jerónimos de Lisboa y fue todo un acontecimiento social en Portugal: "Sentí una emoción muy grande. Lo único que recuerdo es que cuando llegué a los Jerónimos había una multitud y me impresionó la adhesión que mostraban. Me quedé tan agradecida que pensé que se merecían verme antes que los demás, así que me levanté el velo para saludar a la gente. Después hubo quien dijo que no debería haberlo hecho por el protocolo, pero yo consideré que la ocasión lo merecía", aseguró la duquesa de Braganza en una entrevista para un medio portugués. 

A pesar de no tener título real, Duarte e Isabel es una pareja muy querida en el mundo de la realeza y suelen estar invitados a todos los eventos reales. Aunque no se sienten en el trono, los portugueses los ven como unos referentes de profesionalidad y seriedad dentro del sistema social y político portugués. Aún así, es muy difícil que las intenciones de Duarte Pío de Braganza se cumplan y recupere su trono real, ya que una encuesta realizada en Portugal en 2016, reveló que un 79% de la población está a favor de la republica instauraday no de la monarquía. Pero a pesar de los malos datos, los duques de Braganza no se rinden y siguen luchando día tras día por recuperar el trono que les arrebataron cuando terminó el reinado del rey Manuel II de Portugal. 

Alfonso, María Francisca y Dionisio, los príncipes sin título y sin trono  

El matrimonio tuvo a tres hijos que los educaron indudablemente en la fe católica: Alfonso, María Francisca y Dionisio. El mayor de los tres hermanos,Alfonso, fue bautizado en un multitudinario evento por todo lo alto en la Catedral de Braga, al que acudió numerosas figuras de la realeza europea y cuyos padrinos fueron la infanta Elena de Borbón y su tío, Alfonso Miguel de Heredia. Al cumplir su mayoría de edad, fue consagrado como príncipe heredero del reino portugués a pesar de no tener trono y sus celebraciones duraron más de tres días. Hoy, a sus 28 años, es el "príncipe" de Beira y Duque de Barcelos, e intenta llevar una vida muy discreta y completamente alejada del foco mediático, al igual que sus hermanos y al contrario de sus padres.

Alfonso de Braganza, príncipe de Beira

Alfonso de Braganza, príncipe de Beira.

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María Francisca es la segunda hija de los duques de Braganza. La joven de 27 años es la "infanta" de Portugal y en 2018 recibió el título de Duquesa de Coimbra. Estudió un grado en Comunicación en la Universidad Católica de Lisboa y es muy reservada con su vida privada, no utiliza las redes sociales como otras royals de su generación y sus declaraciones a los medios de comunicación son muy escasas. A excepción del tradicional Baile de Debutantes portugués de 2017 en el que no pasó desapercibida

El año pasado, la duquesa de Coimbra dio uno de los saltos más importantes de su vida al contraer matrimonio con el abogado Duarte de Sousa Araújo de 31 años. La pareja fue la protagonista de una boda real a la que acudió buena parte de la aristocracia y casas reales europeas, dándose el 'sí, quiero' en una romántica ceremonia religiosa celebrada por todo lo alto en la localidad lusa de Mafra, muy cerca de Lisboa. La boda real fue recogida por los medios de comunicación y el pueblo pudo ser testigo del enlace matrimonial de la infanta de Portugal, siendo uno de los pocos momentos de su vida que ha compartido públicamente

María Francisca de Braganza

María Francisca de Braganza en su boda real junto a su padre, el duque Duarte Pío de Braganza.

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El benjamín de la dinastía Braganza es Dionisio, "infante" de Portugal y Duque de Oporto tras su nombramiento. Donisio es el tercero de los hermanos Braganza y ocupa el segundo puesto en la línea de sucesión al trono por detrás de su hermano Alfonso, ya que en Portugal los varones tienen preferencia sobre las mujeres. Por este motivo y al igual que sus hermanos, fue nombrado rápidamente duque de Portugal para mantener su ducado a falta de sus títulos reales. Sus padrinos fueron la princesa Ana Cecilia de Borbón y Sebastián de Castro Curvelo de Heredia, el hermano de su madre. El joven de 25 años completó su educación secundaria en el colegio de Sao Jao de Brito en Lisboa, y en 2019 comenzó su carrera en Ciencias Sociales en la Universidad Vrije de Bruselas. Desde entonces, ha participado en proyectos relacionados con el Parlamento Europeo y ha trabajado en una consultoría que desarrolla alianzas público-privadas en proyectos de Latinoamérica y África. También ha colaborado con varias asociaciones y fundaciones benéficas. Actualmente, estudia Relaciones Internacionales en la Universidad Católica de Portugal y está desarrollando una empresa propia de consultoría que posiciona productos y marcas portuguesas en diferentes mercados internacionales

Familia Real de Portugal

Alfonso, María Francisca y Dionisio de Braganza, junto a sus padres, los duques de Portugal. 

Casa Real de Portugal

La monarquía en Portugal duró 800 años, hasta la proclamación de la república en 1910, cuando el rey Manuel II tuvo que marcharse al exilio fuera del país. En la actualidad y 114 años después de su exilio, la dinastía Braganza y sus descendientes no han conseguido restaurar la monarquía ni recuperar su trono, aunque tengan claras intensiones de ello. Mientras tanto, la familia real recibe oficialmente el tratamiento de Serenísima y mantienen sus privilegios como miembros del ducado de Portugal.