Japón vive una de las jornadas más importantes de las últimas décadas. Después de treinta años, el emperador Akihito, renuncia al Trono en favor de su hijo Naruhito. El imperio del Sol Naciente aguarda con ilusión el fin de la era Heisei y el comienzo de la era Reiwa.
Han pasado más de tres años desde que Akihito anunciase su deseo de retirarse y dejar el Trono del Crisantemo en manos de su hijo puesto que su avanzada edad no el permitía desempeñar adecuadamente sus funciones. Tres años en los que se han planificado con esmero cada uno de los detalles de una fecha que pasará a la Historia del país.
Entre fuertes medidas de seguridad y en una ceremonia llena de ritos sintoístas, el emperador Akihito, de 85 años, se ha despedido de los símbolos de su trono y ha pronunciado su último discurso como Jefe del Estado.
Han sido treinta años como emperador y es la primera vez en más de dos siglos que un emperador abdica en su hijo. El último emperador en hacerlo fue Kokahu en 1817 en favor de su hijo Ninko. Su deseo provocó entonces que el Parlamento nipón aprobase una ley especial que permitiese a los monarcas abandonar el trono en vida, ya que se les consideraba una estirpe divina.
La última vez que tuvo lugar un relevo en el Trono fue en 1989, pero la situación era muy diferente a la actual. En aquel momento se produjo por la muerte del emperador Hirohito, de manera que el pueblo estaba de luto. Ahora el ambiente es mucho más alegre y festivo.
La ceremonia de abdicación tiene lugar en salón Matsu no Ma del Palacio Imperial, reservado para los acontecimientos más importantes. En esta breve ceremonia, Akihito ha pronunciado su último discurso, en el que ha dado las gracias por la confianza y el respeto de la gente.
Será mañana cuando Naruhito por fin se siente en el Trono del Crisantemo y recibirá las tres insignias del poder imperial representadas en una espada, un espejo y una joya llamada magatama. Tres objetos que simbolizan tres valores que debe tener un emperador: sabiduría, valor y benevolencia.
Aunque las celebraciones durarán aún varios días, está previsto que el próximo mes de octubre, concretamente el día 22, tendrá lugar la ceremonia oficial de entronización, a la que acudirán jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo.