Harry y Meghan tienen un lugar favorito para estar juntos lejos de las miradas del mundo. Y no es ni Kensington ni Frogmore. Según ha revelado el diario británico The Sun, la residencia en la que adoran pasar su tiempo es una casa de campo situada en la idílica región de Cotswold. Y ahora acaban de ofrecer la primera imagen de la misma.
En busca de la intimidad
La pareja siempre ha procurado mantener un perfil bajo en cuanto a su vida privada se refiere. De esa manera llevaron su noviazgo en "secreto" durante meses hasta que al fin se confirmó, y fue poco antes del anuncio de su compromiso. Y es que los ahora duques de Sussex prefieren disfrutar de su amor lejos de miradas indiscretas y reservan para el gran público su labor oficial, sobre todo enfocada al apoyo a diversas organizaciones solidarias.
Su lugar de retiro
Cuando nadie les ve, Harry y Meghan aprovechan los medios que tienen a su alcance, que no son pocos. Y uno de ellos es retirarse en destinos solo para dos, mejor si son en el campo. Ese es el caso de esta residencia, la que el citado medio refiere. Se trata de una típica casa del siglo XVIII en la campiña inglesa, situada en la región de Cotswold, al sur de Londres, una zona famosa por sus encantadores pueblos de casitas con tejados de piedra caliza. Es una de las más visitadas del país, pero a la vez sigue manteniendo su irresistible esencia rural.
Una residencia valorada en 2,8 millones de euros
La residencia está enclavada en medio de ese paisaje tan romántico, en concreto en las colinas de Oxfordshire. Está valorada en 2,5 millones de libras (unos 2,8 millones de euros) y desde hace un tiempo se ha reconvertido en granja. Harry y Meghan la alquilaron a principios de 2018 para un periodo de dos años, lo cual da una idea de lo que les encanta. Cuando ni siquiera se había anunciado su compromiso (que sería en noviembre de ese mismo año), allí vivían su noviazgo sin distracciones, lo que ayudó a afianzar su relación.
Reformada y con todas las comodidades
La casa, que fue reformada en 2011. tiene dos plantas, cuatro habitaciones (una de ellas, la principal, con vestidor), dos cocinas, una en cada piso, un gran salón comedor y una amplia zona de patio con un área para sentarse y comer, con estufas de exterior para salir también con bajas temperaturas. Además, separada del cottage, hay otra casa más pequeña con dos dos habitaciones, destinadas al servicio o a los invitados. En este lugar, aseguran, han alojado a amigos ilustres como George y Amal Clooney y Serena Williams. Incluye ventanas de arriba a abajo para disfrutar del paisaje y cuatro acres de terreno privado. Algunos vecinos revelan que a la pareja le encanta pasear a sus perros por los alrededores.
Casi ocho meses casados
El pasado 19 de mayo Harry y Meghan contraían matrimonio en el Castillo de Windsor. Desde entonces la vida de la exactriz ha cambiado radicalmente, pero ha emprendido su nuevo papel en la realeza con mucha fuerza. Tanto que ya le han llovido sus primeras críticas, amparadas en la dimisión de dos de sus asistentes cercanas.
Formando su propia familia
Los duques de Sussex están esperando su primer hijo, que nacerá la próxima primavera. Meghan está llevando muy bien su embarazo y, de momento, no ha tenido que cancelar ningún compromiso oficial y mantiene una actividad de cierta intensidad. Aunque habían anunciado que se vivirían en el complejo de Kensington, en pleno Londres, la decisión de trasladar su residencia a Frogmore House, en Windsor, ha levantado muchas críticas. El matrimonio desea instalarse allí antes del nacimiento de su bebé.
Su última aparición, junto a Kate
Su última aparición pública hasta la fecha fue el pasado 25 de diciembre, para asistir a la tradicional Misa de Navidad de Sandringham, junto al resto de la Familia Real. Aquel día todos los ojos estaban puestos en Meghan y Kate. Tras el supuesto rifirrafe entre las cuñadas, ambas caminaron hombro con hombro sonrientes y relajadas, en aparente armonía. Parece que la paz ha vuelto a palacio...