La situación en la Familia Real de Noruega es tremendamente complicada. Acostumbrados a llevar un perfil bajo durante años, este 2024 la Corona ha sido noticia por un asunto que pasará a los anales de la historia y es que el hijo de Mette-Marit ha sido detenido por tercera vez en tres meses. La última vez acusado de dos cargos de violación, por lo que permanece en prisión preventiva. Días después de su detención sale a la luz un vídeo demoledor en el que nuevamente él es el único protagonista. 

Las redes sociales dictan sentencia al ver el vídeo más demoledor de Marius Borg

En él una segunda persona le pregunta cómo rompió con su última pareja, una pregunta ante la que responde de una forma clara. De hecho, no deja lugar a dudas. Lanza un golpe a la cámara, dejando ver que su final fue el de una agresión. Imágenes que han dejado estupefactos a numerosos usuarios de redes sociales, donde muchos han dictado sentencia. "Cuando crían a hijos sin límites ni consecuencias por sus acciones pasa esto", "Cada cosa que sale es peor" o "Destila la soberbia de quien se cree impune" son algunas de las primeras reacciones. 

El escándalo afecta al matrimonio formado por Mette-Marit y Haakon de Noruega

Un escándalo que, por supuesto ha afectado a Mette-Marit, pero también a su matrimonio. Así lo contaba la periodista Concha Calleja, quien definió lo vivido por Mette-Marit y Haakon de Noruega como un auténtico calvario. "Me dicen que están viviendo un calvario y que les está afectando mucho, a Mette-Marit en lo que se refiere a su salud, pero también al matrimonio como pareja. Hace una semana Haakon se llevó a Marius a Londres a una clínica de desintoxicación y al día siguiente voló hasta allí Mette-Marit pese a estar fatal de su enfermedad. Cuando volvieron de Londres fue cuando sucedieron los hechos. Fue de película", explicó. 

La metedura de pata de Marius que, a día de hoy, es solo una anécdota

A sus 27 años Marius cuenta con varios antecedentes, pero también con historias que han puesto en peligro a su familia. Nos referimos a cuando, por ejemplo, vendió a través de una aplicación de segunda mano una moto, desvelando su número de teléfono privado, además de la dirección de palacio. Una metedura de pata que, a día de hoy, es anecdótica. Ahora cobran mucha más importancia sus problemas con las drogas o las acusaciones que pesan sobre él por agredir verbal y físicamente a la que era su novia. 

El día que Marius Borg reconoció haber agredido a su exnovia

Tales eran las pruebas que Marius acabó reconoció los hechos, eso sí, remarcando que se encontraba en un estado de embriaguez y bajo los efectos de las drogas. "Cometí lesiones corporales y destruí objetos en un apartamento en estado de ebriedad con alcohol y cocaína después de una discusión. Tengo varios trastornos mentales, lo que significa que a lo largo de mi crianza y mi vida adulta he tenido y sigo teniendo desafíos. He luchado contra el abuso de sustancias durante mucho tiempo, algo por lo que he estado en tratamiento en el pasado", dijo Marius, el primer hijo de Mette-Marit. 

Organizaba fiestas en las que se robaban objetos valiosos que se vendían en el mercado negro

Poco después se saltó la orden de alejamiento contra una de sus exparejas y se descubrió, además, de cuál era su modus operandi para organizar fiestas en palacio. En ellas se robaban objetos valiosos que terminaban en el mercado negro, otro problema que ahora es secundario. 

Recordemos que encontraron fotografías y vídeos en su teléfono móvil que acreditaban la supuesta agresión sexual de la que se acusa a Marius Borg. "Hemos descubierto una segunda violación", dijeron fuentes policiales. No obstante, se está investigando una tercera, un nuevo escándalo por el que la Casa Real Noruega será preguntada muy pronto. 

Mientras él permanece en silencio, quien debe compartir, al menos con expertos lo sucedido, es Mette-Marit. Sincerarse y hablar abiertamente de cómo se siente. Lo explica una psicóloga a SEMANA, que nos insiste en las secuelas que podría arrastrar la princesa por los problemas legales de su hijo. "Ella siente culpa, puede experimentar el “síndrome de la mala madre". Con su nueva familia, sus nuevas obligaciones, ha podido llegar a sentir que daba de lado a su hijo o no le daba todo el cariño que podría haber necesitado", nos dice Lara Ferreiro.