El Príncipe Harry sigue sorprendiendo al mundo con sus explosivas declaraciones. Apenas han pasado tres meses desde que el hijo menor de Príncipe Carlos y su mujer, Meghan Markle, destaparan todo tipo de intimidades sobre la Familia Real británica en la televisión estadounidense. Pero en su encuentro con Oprah Winfrey no lo contaron todo. Hay más. Mucho más. El último gran titular que ha ofrecido el nieto rebelde de la reina Isabel II de Inglaterra tiene que ver, una vez más, con la muerte de su madre, la princesa Diana de Gales, que tuvo lugar el 31 de agosto de 1997, cuando él contaba con apenas 12 años.
Una vez más, el duque de Sussex ha acusado a la familia real británica de “negligencia total” y ha revelado que su padre solía decirle que igual que él había sufrido, a él no le quedaría más remedio que sufrir. El nuevo ataque del príncipe pelirrojo a sus familiares se ha producudo en la serie documental sobre salud mental que Winfrey y él han grabado en 'The Me You Can't See' (Lo que no ves de mí) para Apple TV. Una nueva entrega del culebrón familiar en la que la que el 'royal' vuelve a abrir su corazón ante el mundo entero.
"Bebía porque intentaba enmascarar algo"
En el documental, centrado en la salud mental, Harry le cuenta a Oprah Winfrey cómo se aferró al consumo de alcohol y drogas como bálsamo para sobrellevar la pérdida de su progenitora. Una ausencia a la que le ha costado años hacer frente. Entre los 28 y los 32 años bebía y consumía estupefacientes, y llegó a sufrir ataques de pánico. Durante aquel periodo de excesos "estaba dispuesto a beber, estaba dispuesto a tomar drogas, estaba dispuesto a intentar hacer las cosas que me hacían sentir menos", confiesa Harry. "Poco a poco me fui dando cuenta de que, vale, no bebía de lunes a viernes, pero probablemente me bebería el equivalente a una semana en un día, un viernes o un sábado por la noche. Y me daba cuenta de que bebía, no porque lo disfrutara, sino porque intentaba enmascarar algo", ha relatado.
Entre otros detalles, ha revelado que su familia no le brindó el apoyo que esperaba tras la muerte de su madre. "Cuando era más joven, mi padre nos solía decir a Guillermo y a mí: ‘Bueno, fue así para mí, así que va a ser igual para vosotros’. No tiene sentido. Solo porque hayas sufrido no quiere decir que tus hijos tengan que sufrir también. De hecho, es justo lo contrario: si has sufrido, haz todo lo posible para que esas experiencias negativas que tuviste no afecten a tus hijos”, ha explicado.
Harry habla de la "negligencia" de su familia para ayudarle a superar su dolor
"Me sentí completamente desamparado. Pensé que mi familia me ayudaría, pero todas y cada una de las preguntas, peticiones, advertencias que hicimos para que eso parara solo consiguieron un silencio total por respuesta o una total negligencia", ha detallado en su encuentro con Oprah. Por eso, los 10 años que estuvo en el Ejército los recuerda como un periodo feliz, "porque no había un trato especial por ser miembro de la realeza".
Aunque han pasado casi 25 años de la muerte de Lady Di, su recuerdo sigue muy presente en su vida. Harry se siente plenamente identificado con ella: "Tengo mucho de mi madre. Me siento como si estuviera fuera del sistema, pero sigo atrapado allí. La única manera de liberarse y salir es decir la verdad", ha dicho.
Se identifica con su madre porque, al igual que él, mantuvo una relación "con alguien que no era blanco"
Otro de los puntos en los que cree que la vida de su madre coincide con la suya tiene que ver con su relación con Meghan Markle, a quien su familia cuestionó por su color de piel. Así lo ha contado: "A mi madre la persiguieron hasta la muerte mientras mantenía una relación con alguien que no era blanco (Dodi Al Fayed) y mira lo que pasó. La posibilidad de perder a la otra mujer de mi vida realmente lo cambió todo”, explica el príncipe Harry en referencia a su decisión de dejar de trabajar representando a la reina para mudarse a Estados Unidos, donde en los últimos meses ha realizado varias declaraciones en contra de la familia real. “Ahora jamás volveré a dejar que se me acose silenciándome”.
"No quiero pensar en ella, porque si pienso en ella entonces va a surgir el hecho de que no puedo traerla de vuelta, y sólo me va a poner triste. ¿Qué sentido tiene pensar en algo triste, qué sentido tiene pensar en alguien que has perdido y que nunca vas a recuperar? Y simplemente decidí no hablar de ello. Nadie hablaba de ello", recuerda. "Si la gente me preguntaba '¿cómo estás? Yo contestaba 'bien'. Nunca feliz. Nunca triste, sólo bien. Bien era la respuesta fácil. Pero yo estaba en otro lugar mentalmente", ha confesado.
En la segunda entrega de su encuentro con Oprah Winfery, el Príncipe Harry ha hablado sobre el funeral de su madre. Un día trágico en el que él y su hermano mayor, Guillermo, que entonces tenía 15 años, se unieron a su padre, su abuelo, el príncipe Felipe, y el conde de Spencer para caminar detrás del ataúd de Diana. “Para mí, lo que más recuerdo fue el sonido de los cascos de los caballos yendo por el camino de ladrillos rojos. En ese punto, ambos estábamos en estado de shock. Era como si estuviera fuera de mi cuerpo. Simplemente estaba caminando y haciendo lo que se esperaba de mí, mostrando la décima parte de la emoción que todos los demás estaban mostrando”.
La producción en la que Harry colabora con Apple TV se ha estrenado el 21 de mayo. En ella también participan figuras como Lady Gaga, Glenn Close, Zack Williams y la boxeadora Virginia Fuchs. La producción ha contado con la supervisión de 14 especialistas y organizaciones de diferentes partes del mundo para hablar de tratamientos y terapias sobre salud metal.
"Tenía miedo a perder"
Es la primera vez que un miembro de la Familia Real británica habla ante los medios de comunicación de sus problemas mentales. A lo largo de su vida, Lady Di tuvo que hacer frente a problemas tan graves como la depresión o la bulimia, con varios intentos de suicidio de por medio. Pero nunca habló de ello públicamente. Hoy, su hijo ha dado un paso histórico al hablar a corazón abierto de sus problemas emocionales. "Soy una de las primeras personas en reconocer que, en primer lugar, tenía miedo a perder", ha admitido. "Cuatro años de terapia para una persona que nunca pensó que necesitaría o haría terapia es... eso es mucho tiempo. Tampoco estaba en un entorno en el que se animara a hablar de ello. Eso estaba como aplastado".