Charlène de Mónaco ha concedido una entrevista a las puertas de la Navidad y coincidiendo con el décimo aniversario de la Fundación que preside. Una ocasión única para conocer de primera mano lo que siente y lo que vive después del año más complicado de su vida, cuando su salud estuvo en peligro y ella tuvo que retirarse de la vida pública hasta su completa recuperación. Ahora afortunadamente todo eso ha quedado atrás y la mejor prueba es que la esposa del príncipe Alberto de Mónaco se encuentra con fuerzas para proseguir con su agenda oficial e incluso dar estas esperadas declaraciones.
La princesa ha hablado para el diario Monaco Matin, el medio de comunicación habitual de la familia Grimaldi para estas ocasiones. Hace solo un día, la pareja acudió muy relajada y solidaria a repartir los regalos navideños para las personas más necesitadas, en colaboración con la Cruz Roja monegasca. Allí nos llamó la atención un detalle muy curioso mientras realizaban el posado de grupo y que desmonta su imagen de frialdad.
Vestida con un sobrio conjunto de jersey y pantalón gris, cubierta con un chal en el mismo tono, la princesa Charlène recibe al periodista en un salón del ala privada del Palacio Grimaldi. En declaraciones exclusivas, la esposa del soberano confiesa: "Mi familia es mi roca". Recordemos que al Principado también se le conoce con el sobrenombre de La Roca, debido a su situación geográfica en la costa mediterránea.Además aborda otros temas importantes, como el de la salud, por supuesto; la educación de sus hijos, sus proyectos, su preocupación por los animales, su lucha por el medioambiente marino y, como exnadadora olímpica, por que todo el mundo aprenda a nadar... También se abre a contar su verdad ante los siempre presentes rumores que la acechan.
Ya el pasado agosto revelaba al diario Monaco Tribune que el camino de su recuperación, tanto física como mental, había sido "largo, difícil y doloroso". Ahora vuelve a hacer balance, todavía un poco más recobrada de sus problemas e incide en el apoyo constante que le han prestado su marido y sus dos hijos, Jacques y Gabriella.Los mellizos cumplieron ocho años el pasado 10 de diciembre y lo celebraron con una fiesta temática infantil, con el muñeco de Mario Bros y la pequeña disfrazada de geisha. Según Charlène, los niños "ya empiezan a comprender su papel" dentro de la Familia Real, mientras aprenden en persona en cada acto y ceremonia oficial a la que asisten. La última gran cita fue en el Día Nacional de Mónaco, el pasado 19 de noviembre.
Desde que la pasada primavera retomó su agenda oficial (tras largos meses de ausencia, después de someterse a tres intervenciones quirúrgicas a causa de una grave infección de nariz, garganta y oídos, seguidas posteriormente de cuatro meses ingresada en una clínica de reposo en Suiza), ahora Charlène poco a poco se va sintiendo mejor y "con muchos menos dolores", según reconoce en esta entrevista.