Charlène de Mónaco ha recuperado su agenda institucional después de sus problemas de salud que le han obligado a estar más de un año alejada de la vida pública. Sin embargo, ahora ya completamente recuperada, ha acudido a uno de sus actos favoritos: el baile de la Cruz Roja junto al príncipe Alberto II. El matrimonio, que celebró sus 13 años de casados el pasado 2 de julio, se han convertido en los grandes protagonistas de esta cita que ha reunido a la flor y nata de Mónaco. Además, es uno de los actos favoritos de Charlène y Alberto II.

Charlène de Mónaco y Alberto II
Gtres

La Place du Casino de Montecarlo se ha vestido de gala para recibir a la familia Grimaldi en esta gran cita para la ciudad monegasca. Una gala benéfica a favor de Cruz Roja donde los invitados muestran su lado más solidario colaborando con importantes donaciones en la recaudación de fondos de esta institución humanitaria. El pasado año, Charlène se la perdió debido a que se encontraba en Sudáfrica por sus problemas de salud y fue su cuñada, Carolina de Mónaco, quien estuvo junto al príncipe Alberto. Sin embargo, ya completamente recuperada, la princesa ha sacado sus mejores galas para una de sus citas favoritas.

Charlène de Mónaco posa junto a su sobrina, Camille Gottlieb

El año pasado, el británico Jamie Cullum brilló con sus notas jazzísticas. En esta ocasión sube al escenario la estadounidense Alicia Keys, que será la estrella de la noche. Una escena efímera en los jardines des Boulingrins que convertirá la explanada en una platea singular en la que se acomodarán dos mil invitados al aire libre.

Charlène de Mónaco y Alberto II
Gtres

El matrimonio ha posado a su llegada junto a su sobrina, Camille Gottlieb, la hija de Estefanía de Mónaco y Jean Raymond Gottlieb. Ambas mujeres, con estilos muy diferentes, han sorprendido a la alta sociedad monegasca por la elección de sus estilismos. Charlène se vistió de princesa enfundada en un impecable vestido en azul hielo repleto de pedrería distribuida a lo largo de todo el diseño en tono perla y azul aguamarina que ha dejado a todos los invitados con la boca abierta. Pero, quien ha dejado a los asistentes sin palabras ha sido Camille Gottlieb. A sus 24 años, la hija de Estefanía de Mónaco se ha convertido en la perfecta heredera de estilo de su hermana, Pauline Ducruet. La joven ha puesto el toque cañero a la cita benéfica enfundada en el vestido midi de Red Valentino, que está confeccionado con un delicado con motivos de encaje y paja bordada en el canesú y el dobladillo. Un vestido que no ha dejado a nadie indiferente y con el que presumía de estilo en las inmediaciones del casino de Mónaco, robándole incluso las miradas a su tía, Charlène. Un duelo de estilo que ha estado muy reñido pero que, finalmente, lo importante es la causa benéfica de este acto tan especial para los Grimaldi.

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