Charlène de Mónaco disfrutó de una escapada privada a Grecia. El motivo: el bautizo del hijo de Christos Fiotakis, su entrenador personal. La relación que tienen es tan estrecha que la princesa no dudó en aceptar ser su madrina y acogerlo como uno más en su familia.
Un día inolvidable
La celebración lo tuvo todo: una reunión de familiares y amigos íntimos en un idílico lugar de Grecia, lugar de nacimiento de Christos... De todo ello dieron cuenta a través de sus redes sociales. El propio atleta y empresario escribía bajo este puzzle de fotos: "La vida va sobre momentos como estos".
En familia
Y es así como pudimos descubrir a esta invitada tan especial. Charlène figuraba en un lugar destacado ejerciendo de madrina. Su ahijado es Leo, el segundo de los hijos de Christos (tiene otra hija mayor).
Su entrenador e íntimo amigo
Christos Fiotakis es el dueño de Elite Fitness MC, un exclusivo centro deportivo fundado en 2009 y cuya sede está en Mónaco. Además es coach del piloto de Fórmula 1 Felipe Massa. Él es la persona que se ocupa de la excelente forma física de la exnadadora sudafricana, pero también uno de sus mejores amigos. No en vano se ocupa de organizar la carrera de moto acuática a favor de la Fundación Charlène de Mónaco.
Un vestido túnica de Akris
La esposa del príncipe Alberto cumplió a la perfección con su papel en la ceremonia religiosa, celebrada al aire libre y frente al mar. Charlène lucía un vestido túnica con estampado geométrico, de clara inspiración griega, de la firma Akris, una de sus favoritas.
Muy cariñosa con su ahijado
Una madrina muy atenta
Charlène es madre de dos hijos
La invitación oficial
En la invitación del bautizo también descubrimos que el padrino del pequeño Leo, o Leonidas al completo, es Gareth Wittstock, hermano de la princesa.
La princesa acudió en solitario
Charlène de Mónaco asistió en solitario a este compromiso. No se vio ni a su marido, el príncipe Alberto, que poco antes había estado en España y luego recibió a los Obama en el Principado, ni a sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, de cinco años. La verdad es que la princesa suele llevar una vida privada bastante independiente de su marido, al menos de cara al público, lo cual siempre da pie a comentarios sobre supuestas crisis matrimoniales. El próximo 1 de julio celebrarán su octavo aniversario de boda.