Carolina de Mónaco ha vuelto a aparecer en la escena internacional. El motivo: su asistencia a varios encuentros de la UNESCO dentro de la iniciativa "Actuar ahora para proteger a la Educación de los ataques", que han tenido lugar en la sede de dicha organización en París. A la misma acudió por invitación de la jequesa Moza Bint Nasser de Catar, que es enviada Especial de dicha organización para la Educación Básica y la Educación Superior.
La propia Carolina (65 años) ejerce como Embajadora de Buena Voluntad para la Educación Juvenil y las Mujeres. En este caso se sumó a la tercera jornada, que tenía como objetivo destacar la importancia de actuar para proteger el derecho a la educación ante el conflicto, la violencia y la destrucción.No era la única 'royal' interesada en la cuestión. También se desplazó la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo (66). Las tres posaron juntas y mostraron una excelente sintonía, amén de distintos looks que las definían perfectamente.
La jequesa de Catar (63 años) es una de las mujeres más elegantes del mundo. Aunque dejó el cargo titular en 2013 y en la actualidad es su hijo el que ocupa el trono de este país (hace unos meses este dejó huella durante su visita a Madrid con su esposa), su figura continúa estando muy presente. Ha roto moldes para la mujer árabe y está muy implicada en causas sociales. Esta es la mejor prueba de que no está dispuesta a pasar al segundo plano.
Si hablamos de iconos de moda, el gran referente desde hace décadas es Carolina de Mónaco. La princesa de Hannover acudió a la cita luciendo uno de sus habituales looks de Chanel, su firma fetiche. Sencilla y perfecta a partes iguales, con pantalones y una de las inconfundibles chaquetas de tweed de la 'maison' francesa. Tampoco le faltaban sus gafas de ver. María Teresa de Luxemburgo, por su parte, escogió un conjunto de blusa y pantalón ancho en tono gris.
Justo estos días se ha conmemorado el 40º aniversario de la muerte de Grace Kelly en un fortuito accidente de coche en el Principado, acaecido el 14 de septiembre de 1982. Una fecha que Alberto de Mónaco ha recordado a través de los cauces oficiales de la Casa Grimaldi publicando algunas fotos de su álbum personal.
El debate de estas destacadas mujeres de la realeza se centró en cómo proteger el sistema educativo y trabajar por el derecho a la educación de los más pequeños en áreas marginales y en guerra. Sus estilismos eran una cuestión secundaria, aunque a nadie le pasó inadvertido el exótico atuendo de la jequesa anfitriona, con pantalones y tocada con uno de sus emblemáticos turbantes, marca de la casa.