Las declaraciones de Harry y Meghan Markle en su documental de Netflix están generando un aluvión de críticas contra la Familia Real. Sus explosivas bombas están resquebrajando los cimientos de la monarquía británica y está provocando que se revise con lupa algunos de los episodios que narran y que forman parte del pasado. Ahora, todos esperan una respuesta de Carlos III. El Rey de Inglaterra no va a entrar a valorar públicamente el contenido de la serie documental de su hijo, aunque sí se ha tomado la libertad de vengarse de ellos.
Aunque la Familia Real británica ha rechazado hacer algún tipo de comentario sobre el documental de Harry y Meghan, lo cierto es que el Rey Carlos III si va a actuar en consecuencia. A raíz de la emisión son muchos los que piden que le quiten al matrimonio sus títulos reales, pero el monarca no tiene intención de hacerlo. "Quitarles el título no es algo que el rey probablemente consideraría alguna vez... principalmente porque sería demasiado punitivo. Solo llevaría a los Sussex a afirmar que fue una acción de represalia y una prueba de que nunca fueron queridos en la familia real", explica un experto real a 'Page Six'.
Lo que va a hacer Carlos III es aislarlos de cualquier tipo de reuniones familiares, ya sean públicas o privadas. En este sentido, el matrimonio no será bienvenido en Navidad y también se espera que no haya mención alguna en el primer discurso de Carlos III como Rey de Inglaterra. De la misma forma, aunque por el momento habrá que esperar, se entiende que tampoco estarán en la coronación que tendrá lugar el próximo 6 de mayo.
El nombramiento que desplazó aún más a Harry dentro de la familia
A pesar de tener títulos reales, a efectos prácticos, Harry y Meghan figuran como los últimos miembros de la familia, junto al príncipe Andrés, tal y como se puede ver en la página web de la corona. A este respecto, otro de los movimientos que ha hecho Carlos III para vengarse de su hijo pequeño y su nuera es nombrar a sus hermanos, la princesa Ana y el príncipe Eduardo, como sus sustitutos oficiales en caso de enfermedad o ausencia.
“Para garantizar la eficiencia continua de los asuntos públicos cuando no estoy disponible, como ocurre cuando estoy desempeñando funciones oficiales en el extranjero, confirmo que estaría muy contento, si el parlamento lo considera conveniente, en aumentar la cantidad de personas que pueden ser llamadas para actuar como Consejeros de Estado para incluir a mi hermana y a mi hermano, la princesa real y el conde de Wessex, quienes anteriormente ya asumieron este cargo”, fue el mensaje de Carlos III para cambiar la ley.