Desde que se convirtió en Rey de Inglaterra inmediatamente después de la muerte de su madre, la Reina Isabel II, Carlos III ha tratado de demostrar que su reinado iba a ser diferente e iba a destacar por su clara adaptación a los tiempos que corren. Ya lo demostró en su Coronación, donde le enseñó a todo el mundo que su familia se alejaba de una tradicional. Ahora, el monarca quiere dejar patente que él también sabe apretarse el cinturón y ha instaurado una serie de medidas para reducir los gastos de la monarquía británica.
Carlos III ha ordenado bajar la calefacción del Palacio de Buckingham, así como de otras residencias oficiales, a 19 grados en el último invierno. En aquellas estancias que están vacías se ha llegado a los 16 grados. De la misma manera, el monarca pidió encarecidamente que se apagase la calefacción de la piscina cubierta del Palacio, así como las históricas lámparas de gas. Estas últimas se sustituirán por modelos más eficientes. Así se recoge en las cuentas anuales de la monarquía británica y se refleja que estas medidas se deben al ahorro energético.
Igualmente, Carlos III ha renunciado a su casa de campo en Gales, valorada en 1,2 millones de libras, para reducir su cartera de propiedades y así reducir los costes de la corona. Fue él mismo quien compró Llwynywermod a través del ducado de Cornualles. Este decisión se debe a la poca probabilidad de que se hospede en ella ahora que es monarca. En su juventud, fue la propiedad en la que más tiempo pasaba. Fue una de las viviendas en las que se alojaba cuando visitaba la nación. Sin embargo, con su llegada al trono, el marido de Camilla cedió la propiedad a su primogénito, el Príncipe Guillermo. En las últimas semanas se está trabajando en el futuro de todas las casas que son propiedad del soberano. Entre ellas se incluyen las casas de Birkhall, Highgrove, Clarence House, Balmoral y Sandringham.
Carlos III y su plan para sufragar los costes de mantenimiento de sus propiedades
Para contribuir a los costes de mantenimiento de todas las propiedades de la corona británica, Carlos III tiene en mente que estas estén más tiempo abiertas al público. La casa de campos de Gales mencionada anteriormente está durante una temporada disponible para su alquiler vacacional cuando ellos no están. Con todos estos movimientos, el Rey de Inglaterra expresa su deseo de abaratar los costes de la monarquía al pueblo.