El drama se ha instalado en el seno de la familia real británica y es que el escándalo sexual que lleva meses amenazando la buena imagen pública del príncipe Andrés, hijo de la reina Isabel II, ha terminado por tumbarle definitivamente. Y, con ello, también a su familia, que no sabe cómo levantar cabeza cuando saben que todo el mundo les señala tras el escándalo.
Nuevos detalles de la boda de Beatriz de York
Poco a poco, se van desvelando nuevos detalles sobre cómo ha encajado la familia real británica la polémica, tras la desastrosa entrevista del príncipe Andrés a la BBC en la que trataba de desvincularse del lío en el que se había visto envuelto su gran amigo, Jeffrey Epstein, acusado de abuso sexual a menores.
La entrevista que concedió fue la estocada final, porque hasta entonces todo parecían ser rumores e invenciones de la prensa sensacionalista británica. No obstante, al ponerse frente a las cámaras y hablar sobre el caso le dio más volumen al asunto y propició que incluso fuese desplazado por su propia madre como miembro de la familia en cuestiones de representación de la corona. Pero, ¿cómo se lo han tomado sus hijas?
Tal y como ha desvelado ahora el diario ‘Daily Mail’, Sarah Ferguson prefirió mantenerse al margen de la entrevista y las reuniones previas mantenidas con el equipo de Newsnight para perfilar el contenido de la misma. Sin embargo, su hija, Beatriz de York, sí que quiso meterse de lleno en la defensa del honor de su padre en todo momento, reuniéndose con la presentadora que realizó la entrevista, Emily Maitlis, y el editor adjunto del programa, Stewart Maclean, en el mismísimo palacio de Buckingham tres días antes de la grabación de la entrevista que precipitó al vacío al príncipe Andrés de Inglaterra.
Los reparos de Beatriz de York sobre la entrevista de su padre eran lógicos, porque temía que todo se fuera al traste y sus intenciones de salvar a su padre terminasen por crucificarle aún más. Algo que, finalmente, sucedió. Con ello, la hija del príncipe Andrés, tal y como subraya el citado medio británico consultando fuentes cercanas a la familia, está destrozada por la mala decisión de apoyar a su padre en dar la cara en el escándalo sexual.
Pero es más, Beatriz de York “ha llorado todos los días” desde que se produjo la entrevista y tras advertir las fatales consecuencias de la misma, como así aseguran desde su círculo más íntimo. Así sucedió de nuevo cuando organizaba su fiesta de cumpleaños por sus 36 primaveras que, en su caso, parece haberse estropeado por culpa del escándalo. No tiene muchas ganas de celebrar, pero la vida sigue y por delante le queda además un feliz día: su propia boda con Edoardo Mapelli.