Así fueron las tres rupturas de la Casa Real Británica que marcaron el reinado de Isabel II

Han sido numerosos los escándalos que han acontecido a la Familia Real Británica pero ninguno como las tres rupturas que sacudieron a su monarquía durante el reinado de Isabel II. Sus hijos Carlos, Ana y Andrés protagonizaron tres rupturas sentimentales que mediáticamente, hicieron tambalear los cimientos de la monarquía británica. Pero, ¿cómo fueron exactamente sus divorcios y cómo afectaron al reinado de su madre, la reina Isabel?

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Reina Isabel II

La princesa Ana, inició una nueva relación durante su divorcio con Mark Phillips

En 1973, la segunda hija de la reina Isabel II de Inglaterra se dio el 'sí, quiero' con Mark Phillips en una ostentosa boda celebrada en la Catedral de Westminster que fue retransmitida por televisión para más de 500 millones de telespectadores. El día de su boda fue declarado fiesta nacional y el pueblo británico se aglutinó a las puertas de la catedral para presenciar el enlace de la princesa y su prometido.

La relación fue viento en popa y sus hijos no tardaron en llegar. La princesa Ana se quedó embarazada de su primer hijo en 1977, Peter Phillips, y de su segunda hija en 1981, Zara Phillips. Pero después del nacimiento de sus dos hijos comenzaron a llegar los problemas al matrimonio y salió a la luz la relación extramarital de Mark con una profesora de arte neozelandesa, Heather Tonkin, con quien tuvo a una hija en 1985, Felicity Phillips. La relación de Ana y Mark ya era insalvable, sobre todo, a ojos de la monarquía y de los británicos, así que dejaron de convivir juntos confirmando su separación en 1989. La demanda de divorcio se interpuso en 1991, pero no lo firmaron hasta abril del año siguiente.

Pero Ana también mantuvo una relación fuera del matrimonio mientras se separaba de Mark Phillips. Ocho meses de su divorcio, la hija de Isabel II se volvió a subir al altar para darse el 'sí, quiero' con el vicealmirante Timothy Laurence, que entonces era comandante de la Marina al que Ana había conocido durante su servicio en el yate real Britannia. El diario británico 'The Sun' llegó a publicar cartas privadas de la pareja en 1989.

Ana y Timothy residen actualmente en Gatcombe Park, una propiedad de 283 hectáreas en Gloucestershire. "Somos tanto gente de mapas como de cartografía. Nos gusta saber dónde estamos y ver hacia dónde vamos. Es bastante divertido que se haya casado primero con un oficial del Ejército y luego con un oficial de la Marina. Así que debe haber algo de ese mundo que le atraiga", ha comentado Laurence recientemente en el homenaje de la ITV a la princesa Ana por su 70 cumpleaños.

La infidelidad de Mark Philipps junto a la confirmación de su nueva hija mediante una prueba de ADN mientras se divorciaba de su esposa, y la boda de la princesa Ana con Timothy Laurence ocho meses después del divorcio, supuso un distanciamiento absoluto entre la reina Isabel II y sus hijos por cruzar los límites de sus matrimonios. La familia real británica estuvo en el punto de mira durante varios meses en los que la prensa hizo eco de cada uno de sus movimiento para saber cómo iban a gestionar sus crisis maritales. El divorcio y posterior boda de la princesa Ana coincidió con el mediático divorcio de su hermano mayor Carlos III y Diana de Gales.

32 años de la separación oficial de Carlos y Diana 

Los últimos cinco años de la relación entre Carlos III y Diana de Gales hasta que anunciaron su separación de forma oficial en 1992, estuvieron marcados por numerosos problemas matrimoniales. En noviembre de ese mismo año, la pareja realizó el que sería su último viaje oficial a Corea del Sur donde impresionaron a la presan con su "aspecto triste y deprimente". La Casa Real negó tal acusación y aseguraron que el viaje había sido "un éxito" y que "el mes que viene los funcionarios del palacio se reunirán para planificar la agenda de actividades de los príncipes para el año que viene". 

El 9 de diciembre de ese mismo año, el primer ministro John Major confirmaba la ruptura de Carlos y Diana. "Se anuncia desde el palacio de Buckingham que, con pesar, el príncipe y la princesa de Gales han decidido separarse. Sus Altezas Reales no tienen planes de divorciarse y sus posiciones constitucionales no se ven afectadas", finalmente, se produjo el divorcio y no fue así. 

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Rey Carlos III

Cuando se hizo público su divorcio, la consternación pública por la familia real británica fue mayor ya que se acababa de firmar el divorcio de Mark Phillips y la princesa Ana, y de celebrarse su segunda boda con Timothy Laurence. Las notas de prensa en los diarios y las revistas de la época eran diarias y su presencia en los actos oficiales fue cada vez menor. Pero Carlos III y Diana decidieron dar dos entrevistas por separado contando su versión de la historia que fue un auténtico huracán para la familia real británica el cual se recuerda hoy en día. Finalmente, tras cuatro años de separación, se produjo el divorcio en 1996.

Según los términos del acuerdo de divorcio, Diana conservó sus apartamentos en el palacio de Kensington y ambos se repartieron la custodia de sus hijos, los príncipes Guillermo y Harry. Más importante aún, Diana aceptó renunciar al título de Su Alteza Real y a cualquier futura reclamación al trono británico. 

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Diana de Gales

El príncipe Andrés vive con su exmujer Sarah Ferguson, 28 años después de su divorcio 

Su divorcio cayó como un jarro de agua fría a la monarquía británica pero con el paso de los años han demostrado ser una expareja ejemplar para el resto de royals. El príncipe Andrés y Sarah Ferguson contrajeron matrimonio en 1986 en una boda por todo lo alto. A los dos años nació su primera hija, Beatriz, y a los dos siguientes, si hija pequeña Eugenia, pero su amor se fue desvaneciendo poco a poco hasta que decidieron poner tierra de por medio en 1996 formalizando su divorcio.

"Juntos en la prosperidad y la adversidad", prometieron Andrés y Sarah cuando se subieron al altar y lo han mantenido hasta hoy en día. Aunque ya no son pareja, siguen viviendo juntos bajo el mismo techo en el Royal Lodge, donde los duques de York han criado a sus dos hijas. 

Aunque su divorcio también supuso un escándalo para la monarquía británica, la pareja ha sabido solventar sus diferencias por el bien de sus hijas manteniendo una excelente relación. Recientemente y como prueba de ello, Sarah Ferguson ha mostrado confianza absoluta en el padre de sus dos hijas cuando salió a la luz su relación con el pedófilo Jeffrey Epstein y fue demandado por agresión sexual a una menor. El duque de York siempre negó estas acusaciones, y su ex opinó que había sido víctima de una "percepción errónea". "Le apoyo al cien por cien", declaró en la televisión italiana. Es habitual verles juntos de vacaciones con sus hijas y nietos haciendo numerosos planes familiares y escapadas. Los rumores de si han vuelto como pareja no cesan, pero ellos tienen claro cuál es su relación actual y niegan constantemente tales rumores.

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Príncipe Andrés de Inglaterra