Villa Windsor es una espectacular villa francesa construida en el siglo XIX situada en el Bosque de Boulogne en París. Un joya arquitectónica con varias décadas de historia de la Familia Real Británica ya que fue la residencia oficial de Eduardo VIII y Wallis Simpson, y Harry y Meghan también pasaron una temporada allí. Sin embargo, la villa es mayormente recordada por Lady Di y Dodi Al Fayedquienes la visitaron durante su último día en la capital francesa antes de su trágico accidente de tráfico. Te contamos todos los detalles de esta histórica villa, que próximamente abrirá sus puertas al público.
Cuando el padre de Isabel II falleció a los 55 años a causa de una trombosis coronaria provocada por una operación en la que le extirparon un pulmón, Eduardo VIII lloraba su muerte desde la 'Villa Windsor' en la que estuvo viviendo junto a su esposa Wallis Simpson hasta 1972, año de su fallecimiento. La villa francesa situada sobre un terreno de más de diez hectáreas, cuenta con varias décadas de historia donde se han ido almacenando algunos de los mayores recuerdos de la Familia Real Británica, motivo por el que Lady Di y Dodi Al Fayed la visitaron en su viaje a París de 1997 antes de instalarse en el Hotel Ritz.
Eduardo VIII y Wallis Simpson, los duques de Windsor, de ahí el nombre de la casa, hicieron su vida idílica y apartada de la monarquía en esta impresionante propiedad francesa que ha tenido varios propietarios desde el fallecimiento de Wallis en 1986. Tras su muerte, Mohamed Al Fayed la alquiló por su interés en la Casa Real Británica y en que su hijo Dodi iniciara una relación sentimental con la Princesa de Gales.
El magnate egipcio decidió convertir la villa en un museo y poner en valor la residencia en la que Eduardo VIII había pasado casi toda su vida y todos sus recuerdos familiares. Tras alquilarla, comenzó una renovación para convertir dos alas de la casa en un museo privado que recogiera todos los recuerdos de los Windsor con el objetivo de ser visitados solo por historiadores, miembros de la familia real británica, personalidades, amigos e invitados importantes del Ritz. "Es una miseria de alquiler el que pago por Villa Windsor, su valor es mas importante para mí", fueron unas declaraciones de Mohamed Al Fayed a la prensa recogidas por 'The New York Times' en 1986.
En 1989, Villa Windsor había terminado con la renovación en un plan que contaba con el beneplácito del alcalde de aquel momento, Jacques Chirac, y la ciudad de París. Ocho millones de dólares había invertido el magnate en la reforma de la villa: "Al Fayed dijo que se sorprendió al ver el estado ruinoso de la villa, cuando la visitó después de la muerte de la duquesa, en 1986, con paredes mohosas y etiquetas en los muebles y objetos de arte destinados a la subasta", publicó el medio citado anteriormente, en una entrevista de 1989. "La restauración es tan auténtica que espero ver a la duquesa bajando las escaleras y preguntando, ‘¿qué tal estoy?'", añadió el magnate.
El padre de Dodi Al Fayed, firmó un contrato de arrendamiento de 50 años, en los que aprovechó para reformar la casa y cambiar parte del mobiliario. Aunque su primera intención fue conservar las obras de los Windsor en un museo privado, muchos de sus recuerdos fueron subastados en 1998. En 2018, Mohamed abandonó la gestión de esta histórica villa francesa y, desde entonces, la residencia ha permanecido vacía. Tras un proceso burocrático, el Ayuntamiento de París se hizo cargo de la villa y de su mantenimiento y, recientemente, se la ha vendido a la Fundación Mansart quien planea transformarla en un espacio cultural y abrir sus puertas al público con rutas permanentes por la casa y los jardines.
La villa es una joya arquitectónica construida en el siglo XIX, que se sitúa sobre un terreno de más de 10.000 metros cuadrados de vegetación y bosques silvestres. La casa es de estilo georgiano y mantiene las características tradicionales de las mansiones construidas en la época con una decoración puramente rococó. En su interior llaman la atención sus techos pintados con frescos, el mármol en los baños, las escaleras y balcones de hierro forjado, las grandes lámparas, y sus increíbles 14 habitaciones en las que han dormido miembros de la monarquía británica, como Harry y Meghan durante una de sus vacaciones y Carlos III en una visita oficial a París.
Además, el Gobierno de Francia en colaboración con la fundación, tiene pensado inaugurar un restaurante y una sala de exposiciones adicional al museo que Mohamed construyó en su día, con temas relacionados con la historia de la villa y de los Windsor. Aunque siempre será recordada por la visita que Diana de Gales y Dodi Al Fayed hicieron a la casa para que la princesa pudiera ver el museo de los Windsor y el labor de renovación que había llevado a cabo su padre, Mohamed Al Fayed, pocas horas antes de instalarse en el Hotel Ritz donde encontraron su muerte en el Puente del Alma el 31 de agosto de 1997.