El príncipe Alberto ha vuelto a hablar sobre su situación familiar tras el regreso de su esposa, Charlène de Mónaco. Lo ha hecho en el diario francés Journal du Dimanche, justo cuando la princesa vuelve a estar fuera de juego por haber dado positivo en coronavirus, lo que la obligó a ausentarse el pasado domingo de una popular carrera ciclista sobre agua en la que iba a participar.
El soberano asegura en esta entrevista que su esposa "ha sufrido mucho y ha atravesado momentos difíciles lejos de los suyos". Se refiere a los seis meses que pasó en su Sudáfrica natal, aquejada de una grave infección de nariz, garganta y oídos, por la que tuvo que ser operada hasta en tres ocasiones.
Y añade: "¡Todo esto ha sido una prueba! Una prueba, sobre todo para mi esposa, y también para nuestros hijos y para mí mismo".
Respecto a su estado de salud, Alberto de Mónaco cuenta: "Está mejor y por fin podemos pasar tiempo juntos. Es un alivio y una alegría para todos nosotros". Para él, tener a su esposa en el Principado es "lo más bonito que podría haber sucedido".
El príncipe tampoco elude los eternos rumores sobre su supuesta separación: "Nos duele mucho esos rumores maliciosos". Durante esos meses separados por miles de kilómetros, Alberto afirma que han estado "unidos pese a la distancia" y que también han hablado "a menudo".
La mejor prueba de que todo estaría bien ha sido la última aparición de la princesa, durante el Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco. En una imagen completamente inusual, Alberto y Charlène se paseaban por el circuito de la mano.
La princesa ha vivido un auténtico calvario a causa de sus problemas de salud, una infección mientras estaba en Sudáfrica que derivó en un "estado de profunda fatiga general", lo que posteriormente la obligó a ingresar en una clínica privada en Suiza, donde ha permanecido cuatro meses.
Charlène regresó el pasado marzo y desde entonces la princesa ha empezado a retomar poco a poco sus compromisos oficiales. Hasta la fecha, en sus cuatro apariciones públicas, ha causado muy buenas impresiones. Su aspecto es mucho más saludable y su estilo sigue siendo impecable.
Es más, en una de esas salidas, durante la Semana de la Moda de Montecarlo, en la que acompañó a su hija Gabriella (7) en su primer acto en solitario, también ofreció unas declaraciones: "Mi salud sigue siendo frágil y no quiero ir demasiado rápido. El camino ha sido largo, difícil y doloroso. Hoy me siento más tranquila".
También negaba su crisis matrimonial: "Alberto ha sido un enorme apoyo. Juntos hemos hablado sobre estos rumores y él ha hecho todo lo posible por protegernos a nuestros hijos y a mí".