No es nada nuevo. Los rumores sobre supuestas crisis, separaciones y amenazas de ruptura acechan a Alberto de Mónaco y la princesa Charlène casi desde el inicio de su matrimonio. El pasado 1 de julio cumplieron su décimo aniversario de boda, y lo hicieron a miles de kilómetros de distancia el uno del otro. Eso sí, por causas de fuerza mayor. La grave infección que padece la princesa la mantiene 'varada' en Sudáfrica desde hace casi cuatro meses, con una reciente operación incluida, pero muchos apuntan a que esto sería la excusa más conveniente para lo que sería, de hecho, una separación anunciada.
La última noticia que apuntala esta teoría viene de la mano de una familiar cercana al príncipe Alberto. Christa Mayrhofer-Dukor, prima de Grace de Mónaco, residente en Viena, lo dice en unas declaraciones exclusivas a la revista italiana Oggi. Según ella, después de mantener una conversación telefónica con el monarca, lo tiene claro: el matrimonio está finiquitado.
"Alberto me ha hablado de distancia física e interior con Charlène. He comprendido que el divorcio es inminente", asegura la señora.
"Me acaba de insinuar que su matrimonio está en una fase muy, muy difícil. Con Charlène está en una fase de alejamiento, no solo físico. Si pienso en el tono de voz que tenía Alberto, creo que están a punto del divorcio. Los dos se han alejado en la vida diaria, ella va su camino y él ha elegido el suyo", cuenta Christa Mayrhofer-Dukor.
Pero esta no se sorprende de la situación. "Francamente tenía ya una desagradable impresión, de que Alberto ya no se llevaba bien con Charlène, de que ya no se querían. Por este motivo, según mi opinión, el divorcio podría llegar muy pronto. Si lo pienso, Alberto me lo mencionó, digámoslo así, entre líneas".
Este sería el punto y final a una historia que ha estado marcada por la sospecha en esta década de matrimonio. Pese a todo, ambos siempre han procurado desviar la atención y mostrarse unidos (en las escasas apariciones públicas conjuntas).
Hace unos días, con motivo de la última intervención quirúrgica de la princesa a causa de su infección de oídos, nariz y garganta, Alberto de Mónaco al fin salía al paso con un comunicado público. Hasta entonces la convalecencia de la princesa se había mantenido con un gran secretismo. "La operación ha salido bien. La princesa está descansando y nuestros pensamientos están con ella", rezaba el escrito.
También la propia Charlène afirmaba en declaraciones a una emisora: "Alberto es el principal pilar de mi vida y mi fuerza. Sin su amor y apoyo no habría podido superar este momento tan doloroso". También ponía como posible fecha de regreso a Mónaco el próximo octubre, ya que continúa recuperándose y le recomiendan no viajar.
Durante todos estos meses llama la atención que tanto Alberto como sus dos hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, de seis años, solo hayan viajado a Sudáfrica una vez. Tras su última operación, la Casa Grimaldi aseguraba que su marido y los niños se desplazarán para estar junto a ella. De momento, no han llegado.