Los Reyes de los Países Bajos no ganan para sustos. Hace justo dos años, la segunda de sus tres hijas, Alexia, se rompió el fémur de su pierna derecha mientras la familia esquiaba en la estación austriaca de Lech, su lugar habitual para las vacaciones de invierno. Unos meses después, la mayor, Amalia, se hacía un esguince en el tobillo. Por no recordar el terrible accidente de su tío paterno el Príncipe Friso, quien acabó sepultado por un alud en dicho resort en 2012, tras lo cual acabaría falleciendo al año siguiente. Ahora ha sido la pequeña, Ariane, si bien no de gravedad.
La niña, de diez años, se cayó cuando practicaba patinaje sobre hielo el pasado domingo, a consecuencia de lo cual se ha roto la muñeca izquierda, según han informado fuentes oficiales. Sin embargo, no ha sido hasta esta misma mañana cuando se han dado cuenta, tras acudir al hospital ante las molestias que sufría. La fractura la mantendrá en dique seco durante al menos tres semanas.
Se da la circunstancia de la Familia Real viajará en breve a la mencionada estación de esquí, donde el próximo 26 de febrero protagonizarán su tradicional posado en la nieve. Según su médico, Ariane "probablemente" pueda esquiar.
No es la primera vez que la Princesa acude al hospital. Con apenas un mes de vida tuvo que permanecer ingresada tres noches debido a una infección de pulmón. Con dos años pasó otra noche en el hospital a causa de una infección respiratoria. A su historial se suma ahora esta pequeña herida de guerra, de la que seguro que saldrá victoriosa y con una gran sonrisa.