Nos preocupamos por elegir el corte de pelo que más nos favorece, pero igual de importante (0 más) es tener un cabello brillante y sano. Y ahí es donde cobra especial importancia el champú que utilizamos habitualmente. No todos valen para todo, si no obtienes el resultado que buscas y tu cabello no está  como tú quisieras, es prácticamente seguro que te estás equivocando.

Cada tipo de cabello tiene un problema distinto, con una solución única para cada uno que te vamos a descubrir. Rizado, liso, seco, graso... existe una gran variedad. Es fundamental utilizar el champú adecuado, sino tu melena se puede ver apagada y sin brillo.

Melena
El resultado de un buen lavado es un pelo con brillo y vida. Foto: Gtres

Cuál es el champú que debes elegir según tu pelo

Cabello graso

Lava el pelo a menudo, si no puede aumentar la grasa. El lavado frecuente no aumenta la cantidad de sebo. Eso sí, escoge fórmulas que contengan principios activos vegetales astringentes como la ortiga.

Truco: Utiliza agua tibia porque la muy caliente estimula la secreción sebácea y no masajees demasiado.

Cabello seco

Proteínas, lípidos, dimeticona, vitaminas A, B y C, el pantenol (derivado de la vitamina B), oligoelementos (potasio, calcio, sodio) y ácido láctico, resultan ingredientes útiles para tratar este problema.

Truco: Tienes que aficionarte a cortarte el cabello regularmente. Debes sanear las puntas cada mes.

Cabello normal

Usa champús para uso frecuente y cabello normal, que tienen un pH equilibrado. Si las fórmulas integran vitaminas B3 y B6, provitamina B5, extractos de frutas y caña de azúcar, además de salud, aportarás brillo.

Truco: Si tienes el cabello largo, necesitas fórmulas ricas en aceites esenciales, sobre todo en puntas.

Con caspa

Utiliza un champú de uso frecuente, mejor a diario, específico anticaspa, con ingredientes que actúen contra el hongo que la produce (Pityrosporum ovale), como el pritionato de zinc, que es calmante.

Truco: No te rasques; aumentarías la irritación. Las dietas desequilibradas empeoran el problema.

Cayetana Cabezas
Los champús para el pelo rizado deben suavizar la fibra capilar. Foto: Gtres

Pelo rizado

Recupera el vigor de tus rizos con champús con activos como el glicerol, que suaviza la fibra capilar. Para aplacar el encrespamiento, especialmente en días de humedad, aplica aceite capilar específico.

Truco: Opta por lavar el pelo un día sí y otro no, para que el cuero cabelludo suelte sus aceites naturales.

Pelo lacio

Para conseguir volumen debes utilizar champús que no contengan acondicionador, sino ingredientes voluminizadores, como el pantenol, la queratina y algunas proteí­nas, que cubren el cabello redensificándolo.

Truco: Es preferible que lleves el pelo corto y capeado. Usa spray intensificador de volumen.

Cabello teñido

Te interesan las fórmulas que nutran la fibra capilar, ricas en ceramidas, ácidos de frutas y aceites. Alterna el uso de estos champús colorantes con el de champús cremosos y acondicionadores, para hidratar el cabello.

Truco: No te olvides nunca del acondicionador. Y no laves el pelo cada día porque lo resecarías todavía más.

Con canas

Es más sensible. Lo mejor es un champú que restaura ese color amarillento que aparentemente tiene el cabello, por eso hay que utilizar los que llevan pigmentos azul-violeta.

Claves a la hora de elegir el champú

  • Cuando no existe ninguna alteración del cuero cabelludo ni del cabello se debe usar simplemente un champú que limpie, sin aditivos farmacológicos de ningún tipo.

  • Si el cuero cabelludo está sano pero el cabello tiene características específicas, habrá que usar un champú que las atienda. Si es seco, con grasas; si es graso con astringentes; si tiene las puntas abiertas, con siliconas protectoras o queratinas; si es muy rizado, con alisadores; si es muy lacio, con voluminizadores.

  • Cualquier champú debe usarse de forma constante mientras existe el problema. No cabe la posibilidad de que te acostumbres y pierda efecto. Cuando hay mejoría, se debe continuar el tratamiento en días alternos.

  • Los champúss de tratamiento requieren después de la primera aplicación una segunda en la que se deje actuar el producto sobre el cuero cabelludo unos 5 a 7 minutos. Así se permite que alcance mejor su objetivo.

Así debes lavar el pelo

Chica lavándose el pelo
Una mayor cantidad de espuma nos significa que el pelo se limpie mejor. Foto: Gtres

Cepillarte el pelo antes de lavarlo estimula la circulación del cuero cabelludo y facilita el lavado y el posterior peinado.

El agua caliente tiende a resecar el cabello, así que lo recomendable es utilizar agua tibia y prestar especial atención al momento del aclarado. Es preferible que este sea con agua fría para que la cutícula se cierre y no pierda hidratación.

También debes tener claro que la cantidad de espuma no es proporcional a la limpieza. Hay champús que hacen mucha espuma y limpian menos y viceversa. Para controlar la cantidad correcta debes ponerlo primero en la mano, aproximadamente como el tamaño de una nuez.