Tratamientos que funcionan. Esa es la primera premisa. Encontrar los que hacen diana y más en una etapa tan importante para las mujeres: la década de los 50.
Es una etapa señalada y que marca un antes y un después. La menopausia se encarga de provocar esa deficiencia de estrógenos que nos hace perder el tono y la densidad de la piel. Además aumenta el estrés oxidativo, desdibuja nuestro óvalo facial y hace desaparecer la firmeza. Pero, tranquila, no debes alarmarte. Si has hecho antes los deberes, si eres constante y si, además, cuentas con la ayuda de una genética generosa, estás en una de las épocas más satisfactorias de la vida.
Tratamientos que funcionan
La falta de vitalidad, las manchas, la pérdida de firmeza... son preocupaciones comunes en esta etapa. Por eso resultan vitales los tratamientos personalizados. Es el caso de Procyon, con resultados visibles desde la primera sesión y en tan solo 15 minutos. Consiste en aplicar pulsos de luz que hacen diana consiguiendo transformarlos en calor terapéutico. Ideal para tratar la piel envejecida o alterada, tan común en esta etapa.
Pero tampoco podemos olvidarnos de reestructurar la piel y ganar la firmeza perdida.
Jovena lo consigue. Hablamos de un tratamiento regenerador total que reafirma, tonificar y tensa. ¿Su secreto? Combina radiofrecuencia con diatermocontracción. La radiofrecuencia se encarga de reclutar de manera masiva las fibras. También de maximizar los resultados. Y la termocontracción es capaz de llegar a las capas dérmicas más profundas y a los músculos. La personalización del tratamiento es máxima, y vital en zonas como cuello y escote, tan olvidados con frecuencia.
¿Y a nivel corporal?
Pero tampoco podemos descuidarnos a nivel corporal. Mujeres que jamás tenían problemas de cambios de peso ni de acumulación de grasa, ven cómo se centra en flancos y abdomen. Lo que hacemos en estos caso es combinar varias tecnologías. La más revolucionaria es Tanit, láser e infrarrojos que estimulan la microcirculación sanguínea y activan el metabolismo celular. Conseguimos drenar, reafirmar y remodelar, eliminando la grasa localizada, trabajar celulitis y generar masa muscular. Una puesta a punto que nos hará sentirnos jóvenes y olvidarnos de la edad que marca el DNI.