La contaminación, la exposición al sol o el contacto con productos químicos hacen que el envejecimiento sea mucho más visible en las manos. Manchas, arrugas, venas marcadas o huesos prominentes son las huellas más habituales del paso del tiempo. Para mantenerlas jóvenes y bonitas es fundamental brindarles los cuidados que necesitan diariamente. Toma nota, te contamos todo lo que necesitas saber.
¿Por qué aparecen manchas en las manos?
Las manchas provocadas por el envejecimiento de la piel suelen ser frecuentes en adultos mayores de 50 años, aunque el sol es el factor principal, ya que es la radiación solar la que activa la producción de melanina, principal pigmento responsable del color de la piel. Las manchas suelen aparecer sobre todo en el dorso, dado que la dermis de esta zona es extremadamente fina y sensible, muy similar a la piel del contorno de los ojos o el cuello.
Estas manchas, por lo general, son pequeñas, normalmente de diferentes tonos marrones y suelen aparecer aisladas, aunque a veces se pueden agrupar e incluso extender hasta el antebrazo.
Así puedes acabar con ellas
Evita el sol y protégete
No es fácil estar a salvo completamente de las manchas. Las que son genéticas son irremediables, pero las solares si tienen cierta prevención. Para ello, utiliza siempre un filtro solar de alta protección (SPF 50). Da igual que esté nublado, aunque no lo percibas, el sol siempre está presente.
Exfolia cada semana
La exfoliación es fundamental para combatir las manchas de las manos, ya que permite la eliminación de queratinocitos muertos, favoreciendo la renovación celular y, sobre todo, dejando la piel más receptiva a la aplicación de otros tratamientos.
- Al menos una vez por semana realiza este truco casero: mezcla un poco de azúcar moreno con limón y aplica la mezcla en tus manos con un suave masaje. Después, retira con agua tibia y aplica un poco de aceite de oliva. Deja reposar 10 minutos, elimina el resto con un tisú, y aplica crema nutritiva.
Abusa de las cremas
Aplícatelas siempre antes de salir de casa y lleva una en el bolso para ponértela cuantas veces quieras. Entre sus ingredientes no deben faltar humectantes y, sobre todo, urea, ya que además de aportar hidratación, realiza un efecto peeling muy beneficioso.
Elige un buen jabón
A la hora de lavarlas utiliza jabones suaves de pH neutro, que respeten la piel. Además, evita el agua demasiado caliente y los continuos lavados, ya que alteran el manto hidrolípidico (la mezcla de sebo y sudor que recubre la parte exterior de la epidermis y se convierte en un protector natural de la piel).
Ojo con las heridas y cicatrices
Es fundamental que cubras las quemaduras, herpes y cicatrices con parches o bandas de silicona para evitar que se oscurezcan y se transformen en manchas. Además, en estos casos la piel es más sensible y puede quemarse con facilidad.