Dicen los expertos que el olfato es el sentido que activa la memoria con mayor facilidad. Quizá por eso, nos afanamos por encontrar esos olores que nos definan y así ser capaces de dejar un recuerdo olfativo en los demás. Hay quien utiliza el mismo aroma durante todo el año y hay quien decide ir variando porque no todos los aromas le parecen adecuados para todas las estaciones. Pero Sandra Barneda nos demuestra que los perfumes florales sí son para el invierno.
Las flores y la primavera
Habitualmente estas notas se suelen asociar a la primavera, en parte porque es cuando suelen estar presentes en el ambiente de manera natural. Pero los aromas a flores tienen cabida durante todo el año en perfumes y cremas corporales, porque suelen aportar toques sutiles, que no se ven afectados por el cambio de temperatura.
Habitualmente se asocian con el invierno los aromas más intensos, basados en elementos botánicos como el sándalo o especiados como el incienso. Por el contrario, los aromas florales se suelen identificar con los meses más cálidos del año, donde sin duda pueden refrescar y añadir una nota distinta.
La importancia de elegir bien los aromas
Sin embargo, estas consideraciones se apartan de lo más importante a la hora de elegir un perfume: nuestro tipo de piel. Porque cada aroma huele de manera distinta dependiendo de quien lo lleve. En esto lo más importante es averiguar si nuestra piel es alcalina o ácida. Si es alcalina, los aromas se fijarán a la dermis con mayor facilidad, por lo que será mejor elegir aromas sutiles.
Si por el contrario, es ácida -y la identificaremos porque tiene tendencia a la sequedad y suele enrojecer con facilidad- puede modificar los aromas, dándoles más intensidad, aunque tienen menos persistencia sobre la piel. Por ello, las fragancias con toques florales le van fantásticas. Para los que tengan la piel neutra, cualquier aroma es adecuado.
Las flores, su intensidad y la elección
El mundo floral es tan amplio como diferenciado. Por ello, a la hora de elegir un perfume con estas notas debemos de tener en cuenta, además de nuestro tipo de piel y nuestros gustos, la intensidad que queremos aportarle. En el caso de Sandra Barneda ella apuesta por una combinación entre rosa y magnolia.
Si queremos algo con menos potencia, los perfumes con jazmín o azahar suelen ser más sutiles aunque se trate de dos de las flores más olorosas que existen. Por el contrario, si queremos, como la presentadora, un aroma con una nota olfativa con fuerza, las rosas, las violetas o las peonías pueden generar perfumes que destacan por su intensidad.