Para una correcta limpieza y cuidado facial es imprescindible saber qué tipo de piel tenemos. Una vez identificada la tipología y sus necesidades, realizamos una rutina de belleza adaptada a las características propias de esa piel. La maquilladora Cristina Lobato nos da los tips para hacer una correcta limpieza de tu piel.
1. Piel grasa
Piel brillante y de textura gruesa, se aprecia el tamaño del poro que es dilatado y profundo, y el tono de la piel tiene un matiz cetrino. En caso de ser sensible puede presentar alguna rojez difusa.
¿Cómo tratar una piel grasa?
1. Limpiar: Lo esencial es una buena limpieza de la piel. En caso de tener algún problema de acné, que es habitual en las pieles más grasas, recomiendo utilizar un limpiador facial con árbol de té, que tiene propiedades antibacterianas y es cicatrizante. Esto ayudará a eliminar el granito y a evitar que quede marca cuando cicatrice.
2. Tonificar: Aplicar tónico para reequilibrar el pH de la piel tras el uso del limpiador y para ayudar a cerrar el poro. Su función es eliminar cualquier tipo de impureza o suciedad que no haya eliminado el limpiador. Este paso mejorará la textura de la piel e incluso aportará algo de luminosidad.
3. Hidratar: Se trata también de un paso muy importante en este tipo de pieles ya que existe un desequilibrio. Es decir, la grasa la tienen muy alta pero los niveles de hidratación o humedad de agua en piel son muy bajos. Por ello, recomiendo cremas hidratantes que aporten hidratación y que además ayuden a dar un efecto calmante y refrescante en la piel.
4. Exfoliación y mascarilla, una vez a la semana.
Receta casera: 1 plátano muy maduro + 2 cucharadas de leche + 1 cucharada de copos de avena o almendras machacadas. Aplicar la mezcla sobre el rostro y dejar actuar durante 10 minutos. A la hora de retirar la mascarilla, los copos de avena y las almendras machacadas ayudarán con la exfoliación. Realizar un masaje para mecanizar y hacer una exfoliación de la piel.
2. Piel seca
Piel apagada y de textura fina, con capilares visibles, el poro es prácticamente inapreciable y el tono de la piel tiene un matiz grisáceo normalmente tirando a pálido. En caso de ser sensible puede presentar rojez. En este tipo de pieles puede surgir deshidratación, flacidez o envejecimiento prematuro: líneas de expresión en el surco nasogeniano o en el contorno de los ojos.
¿Cómo tratar una piel seca?
1. Limpiar: Utilizar productos limpiadores en crema y si son productos en gel, mejor que contengan aceites y sean libres de detergentes. Las leches limpiadoras también funcionan muy bien para este tipo de pieles y son perfectas para incorporar en tu neceser y tenerlas disponibles para la rutina de belleza en casa.
2. Tonificar: Con tónicos de hidratación y libres de alcohol.
3. Hidratar: Aplicar serum en textura aceite. Este gesto ayudará a aportar elasticidad en la piel y a notar mayor confort. Si no tenemos serum en casa, el siguiente paso será aplicar la crema hidratante facial. Para las pieles secas recomiendo hidratantes que sean nutritivas para contrarrestar esa carencia de grasa en la piel.
4. Mascarilla hidratante o nutritiva, una o dos veces a la semana.
Receta casera: 1 yogur + 1 plátano muy maduro + 1 aguacate. Mezclar bien los tres ingredientes hasta conseguir una textura de mascarilla. Dejar actuar el tiempo que queramos sobre la piel. Si tienes alguna gasa o muselina en casa, puedes hacer agujeros para ojos, boca y nariz, y aplicarla sobre la mascarilla para que ésta no se mueva o escurra.
3. Piel normal o equilibrada
Piel tersa y sana, de grosor medio y turgente, el poro es perceptible pero no dilatado y al tacto es suave y aterciopelada. Este tipo de pieles también pueden presentar granitos puntuales, manchas o deshidratación, pero siempre la trataremos con productos destinados a pieles normales. Por ejemplo, si salen granitos hormonales, los trataremos como un problema puntual pero jamás utilizaremos productos para pieles grasas. La piel la seguiremos tratando con productos para piel equilibrada en nuestra rutina de belleza en casa.
¿Cómo tratar una piel normal?
1. Limpiar: La limpieza de la piel la debes hacer con leche limpiadora o producto jabonoso, la textura en leche o jabón dependerá de gustos personales.
2. Tonificar: Aplicar tónico para pieles normales, que hagan la función de equilibrar el pH de la piel y eliminar los restos de suciedad que el limpiador no haya conseguido retirar.
3. Hidratar: Una hidratante para piel normal, este tipo de productos guardan un equilibrio en su formulación tanto de hidratación como de nutrición. Pueden utilizar cualquier hidratación que contenga vitamina C, Aloe Vera, hialurónico, cualquier componente.
Mascarilla hidratante, una o dos veces por semana.
Receta casera: 2 cucharadas de yogur + zumo de naranja + 1 fresa + media cucharada de miel. Aplicar la mezcla sobre el rostro y dejarla actuar el tiempo que queramos.