Las mascarillas faciales son un tratamiento de belleza que se lleva utilizando desde la antigüedad. Los primeros productos estéticos (entre ellos las mascarillas) datan aproximadamente del año 3.500 a.C. y eran productos exclusivos de la realeza; hoy en día, tenemos esos tratamientos al alcance de nuestra mano y traídos desde todos los puntos del mundo para poder sentirnos como una autentica faraona.
La opción más clásica de todas es la de la mascarilla de arcilla, resulta tremendamente versátil dependiendo de la arcilla que se utilice, existen de: arcilla verde (para cutis graso y con manchas), arcilla roja (para pieles con tendencia a secarse) o las de arcilla blanca y amarilla (más suaves y aptas para todo tipo de pieles).
La arcilla es una sustancia con la capacidad hidratar, suavizar, exfoliar y nutrir la piel
Los minerales presentes en cada tipo de arcilla pueden ser un excelente aliado cosmético, además, los aceites y demás compuestos con los que se mezcla pueden aportarte un extra de hidratación.
Las más caras, las mascarillas de oro, que eran la opción favorita de Cleopatra, y es que ella ya había descubierto las capacidades reafirmantes del oro y su capacidad de combatir las arrugas, manchas cutáneas y líneas de expresión. No es de extrañar, ya que el oro tiene un alto contenido en antioxidantes, es antialérgico (libera histamina) y aporta energía a nuestras células. Además de que posee un efecto reparador, energizante y antifatiga, y tiene propiedades antiinflamatorias, estimula la circulación sanguínea eliminando los signos de cansancio, el oro da a la piel un aspecto radiante e hidratado.
Las mascarillas reparadoras
Las regeneradoras mascarillas de baba de caracol son fantásticas. Este tipo de mascarillas son muy populares ya que la base está elaborada con baba de caracol, contienen una extraordinaria cantidad de colágeno y de elastina, compuestos que ayudan a evitar la flacidez y que dejan la piel mucho más tersa y sana. Estas mascarillas están especialmente recomendadas en personas que tienen marcas de acné en la piel, así como cuando esta ha resultado dañada por la proliferación de determinados microorganismos.
Las mascarillas ‘Peel off’: en castellano significa literalmente “despegar”. Con una consistencia similar a la gelatina, las mascarillas peel off, se pegan sobre la piel formando una segunda capa que será retirada después. Este tipo de mascarillas extraen las impurezas de manera rápida y efectiva de nuestro rostro, eliminan la piel muerta, dejándola luminosa y suave; son tremendamente útiles para combatir los puntos negros y conseguir una piel más mate y sin brillos. Eso sí, este tipo de mascarillas no están recomendadas para pieles sensibles ni con acné, ya que podrían irritar la piel o provocar ciertas rojeces.
La más popular de las mascarillas peel off es la negra, cuyo color se debe al carbón que usan para fabricarla
Las mascarillas coreanas, que se han vitalizado por completo, las vemos por todos lados y es lógico, porque son una maravilla. La cosmética coreana se conoce por ser una de las más avanzadas de la industria actualmente y tienen muchísimo éxito. Además, hay una variedad enorme de ellas, para usar en diferentes tipos de piel y con unos diseños monísimos. Las mascarillas coreanas son conocidas como mascarillas de algodón o sheet masks, se dejan sobre la piel unos minutos y se retiran. En corea las mujeres las usan casi todos los días para iluminar, nutrir, detoxificar, exfoliar, hidratar o para calmar la piel.