La primavera está a la vuelta de la esquina y son muchas las famosas que están poniendo a punto sus cuerpos para que poder lucir sus mejores looks. Marta López no es una excepción. La colaboradora de "Sálvame" ha aprovechado estos días de sol y temperaturas muy suaves para lucir ya estilismos de los más primaverales. Y si hay algo nos ha llamado la atención es su escultural figura. A sus 48 años luce un tipazo que consigue gracias a una dieta saludable y a la práctica de ejercicio, con el pilates como una de las rutinas en la vida de Marta López.

Su transformación desde que entró en "Gran Hermano"

No es un secreto que Marta López ha pasado por las expertas manos de un cirujano para mejorar su aspecto. La colaboradora siempre se ha mostrado muy transparente y ha contado sin tapujos los retoques a los que se ha sometido. Y es que Marta ha vivido toda una transformación desde que la conocimos en "Gran Hermano" hace dos décadas.

Marta presume de una piel siempre bronceada, y un cuerpo escultural que ha conseguido con mucho esfuerzo (y también dinero). La colaboradora se ha sometido a diversas intervenciones: recurrió a un balón intragástrico durante seis meses para perder 15 kilos, se realizó una liposucción avanzada para eliminar los cúmulos de grasa que no conseguía perder con el ejercicio y también se practicó un aumento de pecho.

El pilates, un aliado de Marta López para mantener su peso a raya

Entre las rutinas de ejercicio de la colaboradora de Telecinco está una caminata diaria y su clase de pilates. Tal y como ha compartido con sus seguidores, Marta apuesta por el pilates en suelo, una disciplina que ayuda a fortalecer los músculos, aumentando la fuerza y la flexibilidad.

El pilates en suelo trabaja todo el cuerpo con ejercicios que buscan no solo reforzar sino también estirar la musculatura. La rutina clásica está fundamentada en el entrenamiento de la zona abdominal con elevaciones del tronco y de las piernas. Está compuesta por una gran variedad de ejercicios que no requieren de muchas repeticiones, de forma que en una sola sesión el cuerpo trabaja todas las cadenas musculares.

De esta manera se consigue aumentar la flexibilidad, generando gran fuerza muscular desde el abdomen hacia la periferia, a la vez que se corrige la postura. Así, se pueden cambiar los vicios posturales del día a día, desde la manera de sentarse frente al ordenador hasta la forma de caminar. Aunque a veces se piensa que el pilates con máquinas supone un mayor reto físico, lo cierto es que el pilates en suelo es igual de exigente y los resultados son espectaculares.