Aburrimiento, soledad, estrés, tristeza, ira, enfado, cansancio o baja autoestima son algunas de las emociones y situaciones que nos llevan a comer de forma impulsiva. ¿El primer paso para combatirlo y conseguir perder peso? Identificarlo.

¿Es hambre emocional o real?

El hambre real aparece poco a poco y se siente en el estómago. Una vez lo has saciado dejas de pensar en la comida, hasta que vuelves a sentir esa necesidad ‘real’ de comer. Sin embargo, el hambre emocional aparece de repente, no se siente en el estómago, sino más bien existe una necesidad de ‘llenarse con algo’ y de forma inmediata. Además, en este caso se continúa comiendo después de estar totalmente saciada. ¿El resultado final? Sentimientos de culpabilidad. Pero tranquila, hay solución, solo necesitas seguir unas sencillas pautas y poner de tu parte. ¡Toma nota!

1 Mastica mucho y bien

Comer demasiado rápido hace que te sacies menos. ¿La razón? El cerebro tarda aproximadamente 20 minutos en recibir la señal de saciedad del estómago, por lo que si comes con prisa tomarás más cantidad de la que deberías. Aunque te cueste, trata de comer con calma y disfrutar. ¿Un buen truco? Al menos al principio, cuenta las veces que masticas, debes hacerlo mínimo 15 veces por cada bocado.

2 No te saltes comidas

Ya conoces las cinco obligatorias, pero seguro que en más de una ocasión te has acabado saltando el ‘snack’ de media mañana o la merienda. ¡Ojo! porque estos tentenpiés son clave para conseguir controlar el hambre y la ansiedad de cara a la comida y la cena. Una pieza de fruta, unos frutos secos, un poco de jamón bajo en grasa... Tienes mil opciones saludables.

3 Bebe un vaso de agua grande

Cuando creas que tienes hambre bebe antes un vaso de agua fría grande. Es fácil confundir la sensación de sed con el hambre y la ansiedad. Además, beber antes de las comidas también hará que te sientas más llena. Si después de pasados unos minutos sigues con apetito, adelante.

4 Olvídate de las bolsas

No comas NUNCA alimentos directamente de una caja o una bolsa, porque no serás consciente de la cantidad que ingieres y te dará más ansiedad. De hecho, está más que demostrado que comer patatas fritas directamente de la bolsa provoca tomar un 42% más que si las sirves en un plato.

5 Alíate con los encurtidos y el chocolate

Los encurtidos son una buena opción para matar la ansiedad a deshoras ya que apenas aportan calorías, aceleran el metabolismo y están deliciosos. Y si no te gustan, o eres más de dulce recurre a un poquito de chocolate, pero eso sí, que sea negro (mínimo 85% de cacao puro).