Las cejas a menudo pasan desapercibidas pero tienen la capacidad de cambiar por completo el rostro de una persona. Pueden endurecer el gesto de alguien, cambiar su expresión e, incluso, avejentar o rejuvenecer un rostro dependiendo de la forma que les den.
Las cejas también sucumben a las modas
Como sucede con otras cuestiones estéticas, como pueden ser las sombras de ojos o la manicura, con las cejas también hay modas. Y ahora se llevan las cejas tupidas, con formas rotundas y bastante gruesas, tirando a naturales. En algunos casos incluso a lo salvaje, porque la tendencia es a peinarlas hacia arriba.
Y, aunque esto último no es lo más recomendable si no sabemos cómo hacerlo correctamente, sí es cierto que esta moda tiene una ventaja para quienes sucumben a ella: tener unas cejas pobladas hace que el rostro parezca más joven.
Los métodos para lucir unas cejas tupidas
La tendencia es tal que hay quien, tras haber sucumbido a la anterior y lucir unas cejas de lo más fino, tienen que ponerse en manos de los expertos para rediseñar sus cejas. Lo habitual en estos casos es optar por el microblanding.
Esta es una técnica de tatuaje semipermanente que debe hacerse en centros especializados, pues supone un rediseño total de la ceja y eso implica, como decíamos, que pueda cambiar la percepción del rostro. Por ello ha de ser alguien con experiencia quien lo realice para que quede como debería: natural y armonioso.
Esta técnica no tiene una duración indefinida pero serán pocos los repasos que haya que darle volviendo al lugar en el que nos lo hemos hecho y requiere de pocas precauciones en casa. Y estas no son otras que seguir las instrucciones que nos hayan dado en el centro y tener mucho cuidado los primeros días para que no se nos infecte.
Los remedios en casa
Sin embargo, no todos los casos requieren de microblanding. Por ello hay métodos más sencillos que podemos aplicar en casa en aquellos casos en los que, por ejemplo, lo único que necesitemos sea rellenar pequeñas calvas en las cejas o dar el aspecto de tener la ceja más tupida en algún punto.
En estos casos contamos con la ayuda de lápices y tintas semipermanentes que cumplirán bien con esa función. Tan solo tenemos que tener cuidado a la hora de aplicarlo y elegir el color que más se acerque al tono natural de nuestras cejas. Y en caso de tener duda entre dos colores, apostar por que el que sea ligeramente más claro, de este modo no se notará si no es exactamente nuestro color.