Las cejas son un elemento fundamental en la armonía del rostro, capaces de definir la expresión y resaltar la belleza natural. A lo largo de la historia, las tendencias han variado drásticamente, desde las cejas finas y arqueadas de los años 20 hasta las más gruesas y naturales que dominan la actualidad. Sin embargo, encontrar el equilibrio perfecto entre diseño y naturalidad puede ser complicado, especialmente cuando factores como la edad, la densidad del vello y la estructura facial influyen en el resultado final.
Cada persona tiene unas necesidades específicas. Algunas desean darles más volumen y definición, mientras que otras buscan corregir pequeñas asimetrías o recuperar la forma perdida por depilaciones excesivas. La elección de la mejor técnica dependerá de diversos factores, como el tipo de piel, el mantenimiento requerido y el efecto deseado.
Desde el diseño personalizado hasta tratamientos como el microblading, la micropigmentación o el laminado, hay un amplio abanico de opciones para conseguir unas cejas que potencien la expresión y realcen la mirada.
“La elección de la técnica se realiza según tipo de piel (textura y secreciones sebáceas) y resultado deseado. Para pieles secas o normales, técnicas como el microblading suelen ser adecuadas, ya que este tipo de piel facilita la estabilidad del pigmento y mantiene el diseño sin modificarlo en el tiempo. En pieles grasas o con poros dilatados, la micropigmentación es la elección correcta, ya que el pigmento tiende a durar más y es menos susceptible a desvanecerse”, explica Mónica Aránguez, experta en micropigmentación.
Diseño de cejas: la base de todo
Antes de recurrir a tratamientos avanzados, es imprescindible realizar un buen diseño de cejas. Este proceso consiste en analizar la estructura facial y definir la forma ideal de las cejas para lograr un equilibrio armonioso.
Un diseño adecuado puede transformar la expresión del rostro, aportando frescura y simetría sin la necesidad de tratamientos invasivos. Para ello, se pueden utilizar distintos métodos de depilación, como la pinza, el hilo o la cera, eliminando el exceso de vello de manera precisa sin alterar la forma natural.
El diseño de la ceja tiene que ser acorde a los rasgos y necesidades de cada persona.
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Uno de los errores más comunes al depilarse en casa es eliminar demasiado vello o modificar el arco de las cejas, lo que puede afectar negativamente la expresión facial. Por ello, se recomienda acudir a un profesional que realice un diseño adaptado a cada tipo de rostro.
“Las tendencias actuales se enfocan en cejas aún más naturales y con un diseño totalmente personalizado, priorizando la suavidad y la forma armoniosa con el rostro. Esto influye en la elección de técnicas como el microblading para imitar el crecimiento del pelo real y la micropigmentación para conseguir efectos difuminados o pelo a pelo 3D hiperrealista”, afirma Mónica.
Microblading: la técnica más demandada
El microblading se ha convertido en la opción preferida para quienes desean unas cejas naturales, definidas y sin necesidad de maquillaje diario. Esta técnica consiste en implantar pigmento en la epidermis mediante pequeños trazos que imitan el vello natural.
A diferencia de la micropigmentación, el microblading se realiza con una pluma manual, lo que permite un acabado hiperrealista y una gran precisión en el diseño.
El microblading es una técnica que consigue unas cejas naturales y definidas.
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Este procedimiento es ideal para personas con cejas escasas, asimétricas o poco definidas, ya que ayuda a corregir su forma de manera semipermanente. “El microblading ofrece un acabado natural, con trazos que imitan el vello real, pero su duración es menor (6-12 meses) a la micropigmentación y puede desvanecerse más rápido en pieles grasas”, comenta la experta. Por ello, es importante realizar retoques cada cierto tiempo para mantener la intensidad del pigmento y evitar la pérdida de definición.
Micropigmentación: una solución duradera
Similar al microblading, la micropigmentación es un procedimiento que consiste en implantar pigmentos en la piel, pero con una diferencia clave: en lugar de utilizar una pluma manual, se emplea un dermógrafo eléctrico que deposita el color a mayor profundidad. “La micropigmentación es más duradera (1-2 años) y permite realizar técnicas de difuminado y efectos 3D hiperrealistas en cejas”, continua.
Su acabado puede ser más intenso y duradero que el microblading.
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Este procedimiento es ideal para quienes buscan cejas más marcadas y definidas sin la necesidad de retoques frecuentes. Su acabado puede ser más intenso que el microblading, por lo que es recomendable para personas con cejas muy despobladas o que desean un diseño más estructurado. Aunque los resultados son semipermanentes, la evolución del pigmento con el tiempo puede hacer que sea necesario un mantenimiento regular para evitar que el color se torne poco natural.
Laminado de cejas: efecto peinado y natural
El laminado de cejas es una alternativa perfecta para quienes buscan un look natural pero ordenado. Consiste en alisar y fijar los vellos en una dirección específica, logrando un efecto de cejas peinadas y con mayor volumen. Este tratamiento es temporal, con una duración aproximada de 4 a 6 semanas, y se puede combinar con el tinte de cejas para intensificar el color y la definición.
Logra un efecto de cejas peinadas y con mayor volumen.
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Esta técnica es ideal para quienes tienen cejas rebeldes o poco pobladas, ya que ayuda a darles una apariencia más gruesa sin necesidad de tatuajes ni pigmentos. Además, es una opción recomendada para quienes desean probar un cambio en sus cejas antes de optar por un tratamiento semipermanente.
Tinte de cejas: color y definición
El tinte de cejas es una técnica cada vez más popular entre quienes buscan realzar su mirada de forma natural y sin la necesidad de retoques constantes con maquillaje. Se basa en la aplicación de un tinte semipermanente que intensifica el color de los vellos, logrando que las cejas luzcan más definidas y con mayor densidad visual.
Además de oscurecer los pelitos naturales, en algunos casos el tinte también pigmenta ligeramente la piel, lo que permite rellenar pequeñas áreas despobladas y conseguir un acabado más uniforme.
Es ideal para las que buscan un acabado sutil y poco invasivo.
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“El tinte de cejas es ideal para un cambio temporal (1-2 semanas), pero para personas con cejas poco pobladas, es mejor optar por técnicas más duraderas, como el microblading o la micropigmentación, que ofrecen resultados más permanentes y naturales, sin necesidad de retocarlas constantemente”, declara Mónica.
Para prolongar sus resultados, se aconseja evitar productos oleosos en la zona y exfoliaciones agresivas, permitiendo así que el tinte se mantenga uniforme durante más tiempo.
Independientemente de la técnica elegida, es fundamental acudir a profesionales experimentados que garanticen un resultado favorecedor y natural. Unas cejas bien diseñadas pueden rejuvenecer el rostro, suavizar las facciones y potenciar la mirada, por lo que vale la pena invertir en su cuidado y estética.