¿Cómo volver con la piel renovada?
Una evidencia es que la mezcla de sol, sal y cloro deshidrata e irrita. Lo primero que debemos es analizar el estado de tu piel y agendar un tratamiento acorde en cabina. Son varias las opciones pero debe tratarse de uno que complete las fases fundamentales como son exfoliar, trabajar un peeling que abra poros con el fin de facilitar la extracción y finalice con un combinado específico para tratar las temidas manchas.
El objetivo es, una vez liberada la piel de las células muertas, aportarle una solución rica en vitaminas antioxidantes. Conseguimos una piel renovada, blanqueada, suave, hidratada, revitalizada y radiante. Hydrafacial, Hydralift, la Cápsula del Tiempo… hay varios sistemas con los que trabajar y todos con óptimos resultados.
Despigmentar, objetivo número uno
Pero hay pieles que, a la vuelta del verano, necesitan algo más: trabajar la hiperpigmentación y el envejecimiento prematuro. Sabemos que el peor enemigo de las manchas son los rayos solares. Activan la producción alocada de melanina en aquellas zonas más expuestas, no solo el rostro, si no también el escote o las manos.
Aunque existen varios protocolos para combatirlas, el número uno en nuestros centros sigue siendo Cosmelan. Es una mascarilla que se aplica en cabina, se mantiene sobre la piel entre 6 y 8 horas, y gracias a sus principios activos, realiza una renovación integral del cutis, disminuyendo, y en muchos casos, eliminando las manchas. El protocolo es indoloro, enrojece durante unos días, pero no impide llevar a cabo una vida normal. Es muy importante continuar el tratamiento a domicilio y, por supuesto, con un factor de protección solar para bloquear la acción de los rayos UV.
Adapta tu rutina cosmética a la nueva estación
Algo que tampoco podemos descuidar es el día a día, una vez que hemos puesto nuestra piel a punto. Y entre los ingredientes que no pueden faltar después del descanso del verano, el retinol. Se ha convertido sin duda en un imprescindible en nuestro neceser de belleza. El retinol es el antiedad por excelencia y ya nadie lo pone en duda. Pero si quieres sacarle el máximo partido y cuidar la salud de tu piel, necesitas conocer algunos detalles claves para utilizarlo correctamente y conseguir que tu rostro se muestre renovado y rejuvenecido.
Recuerda que es una molécula incorporada en muchos cosméticos por sus poderosos efectos antienvejecimiento. Entre otras cosas porque contiene propiedades reafirmantes, es un potente antiarrugas, además de ser un gran aliado despigmentante y un buen activador de la producción de colágeno de manera natural. Además, es un magnífico antioxidante y muy eficaz contra el acné.
Tampoco olvides que no todos los cosméticos que contienen retinol son adecuados para tu piel. Lo primero que debes saber es que no todos los cosméticos que contienen retinol lo incorporan en la misma concentración. Por eso debemos prestar atención a la hora de introducirlo en esas rutinas. Un paso fundamental es consultar siempre con un experto.
Aplicar el retinol siempre por la noche
También necesitamos conocer la concentración con la que estamos trabajando y el tipo de piel que debemos tratar. Cuando se utiliza en concentraciones más altas conseguimos exfoliar la piel en profundidad y ofrece resultados rápidos y efectivos, pero no puede utilizarse en todo tipo de pieles.
Se aconseja también utilizarlo de forma progresiva e ir aumentando la dosis a medida que la piel se vaya acostumbrando. Se puede aplicar el cosmético con retinol, una o dos veces por semana, e ir aumentando a medida que la piel se acostumbre. Por eso, dependerá mucho del tipo de piel, el hecho de que los resultados sean más o menos rápidos.
Debes aplicar el retinol por la noche. No olvides que hace la piel fotosensible por lo que debemos evitar tomar el sol y siempre usar protector solar por la mañana. Y evitarlo durante el embarazo y la lactancia. También debes prestar especial atención si tu piel es sensible.
Y sí, si somos constantes podemos conseguí resultados muy pronto. Suavizar poro, difuminar líneas de expresión, despigmentar, reafirmar, mejorar la luminosidad y presumir de un rostro rejuvenecido.