Son tendencia evidente en las redes. Mascarillas de oro y plata que resultan atractivas a la hora de conseguir seguidores en Instagram. Pero la pregunta es evidente ¿son eficaces y aportan beneficios para nuestra piel? La respuesta es un rotundo sí.
Estimulantes, regeneradores y repletos de grandes beneficios para nuestra piel. Así son los metales preciosos que han provocado, a lo largo de la historia, algo más que disputas por su valor económico. Ya Cleopatra empleaba los beneficios del polvo de oro para embellecer su piel. Y los romanos almacenaban el vino en urnas de plata por su capacidad para preservar alimentos. En la actualidad, oro y plata siguen siendo ingredientes estrella en el mundo cosmético y, por supuesto, en los tratamientos de belleza.
Oro y plata, una apuesta acertada para tu piel
Comenzamos por los iones de plata, protagonistas de protocolos dedicados de manera especial a mitigar el acné. Y todo gracias a su capacidad antibacteriana. De hecho, no hay virus o microbio que pueda sobrevivir al contacto con una mínima partícula de plata. Una vez más oro y plata se convierten en una apuesta segura para cuidar tu piel. Si es sensible agradecerá las virtudes de la plata. En forma de mascarilla se convierte en una recarga de energía que nutre y aporta juventud. Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antisépticas la piel queda hidratada y radiante.
Pero incluso en nuestras técnicas en cabina la plata cobra un protagonismo especial. Es el caso de los guantes de fibra que la contienen y que nos permiten conducir la corriente mientras realizamos un masaje que recoloca y esculpe el rostro con destreza.
Oro en belleza, antioxidante por excelencia
A la hora de elegir entre oro y plata, es fundamental conocer y valorar el estado de tu piel. Si nos centramos en el oro, el antioxidante por excelencia, otorga algo más que lujo a los cosméticos que lo contienen.
Podemos encontrarlo de infinitas maneras. Por ejemplo, como parches para rejuvenecer el contorno de ojos. Gracias a su capacidad para estimular la circulación sanguínea proporciona un extra de luz y mitiga las ojeras. O como partículas incorporadas en elixires que tensan y regeneran. Es el caso del tratamiento en cabina Sofía Bertrand en el que aplicamos láminas de oro en pómulos, escote, frente y barbilla. Un masaje envolvente y relajante se encargar de emulsionar las láminas hasta su total absorción.
El resultado es una piel joven, nutrida y protegida de la deshidratación y las irritaciones futuras. Sin olvidar el plus de luminosidad, tan necesario en pieles fatigadas o, por supuesto, imprescindible para acudir a un evento.