El cambio de estación puede afectar a la piel. La bajada de las temperaturas, el descenso de horas de sol y la llegada de los días de lluvia pueden trastocar y mucho a nuestro cuerpo. Pero sin duda, la piel es la parte que más rápidamente dará muestras de verse afectada por esos cambios. Amelia Bono lo sabe bien y por eso se preparar para el otoño con un producto muy apreciado por los expertos en belleza: los proteoglicanos.

Lo ha contado la propia Amelia, que asegura que para empezar el otoño se decanta por aplicar este ingrediente sobre su piel y así ayudar a que se mantenga luminosa y radiante, algo que no es fácil y que casi todas buscamos lograr en nuestro rostro.

¿Qué son los proteoglicanos?

Seguramente más de uno habrá escuchado esta palabra y sabrá que se trata de un principio activo muy valorado en cosmética últimamente, pero no tendrá muy claro para qué sirven. Pues bien, según los expertos, los proteoglicanos son glicoproteínas, una molécula proteica que está presente en nuestro cuerpo.

Su función en primera instancia es mantener la estructura celular y están presentes en los tejidos conectivos. Algunos proteoglicanos son célebres por sí solos, pero son varios los glicosaminoglicanos los que reciben este nombre. En cosmética tienen una función común: mantener la estructura de la piel y que esta no pierda hidratación.

Retrasar los signos de la edad

Aunque su uso es relativamente reciente, este cosmético se ha convertido en uno de los favoritos tanto de quienes quieren aportar hidratación a largo plazo como para quienes necesitan uno con efecto flash que mejore su rostro en esos días más complicados.

Sus efectos sobre la piel son de lo más beneficioso, porque ayudan a reparar la piel y que esta no pierda esa hidratación, por lo que tiene un buen efecto sobre el cutis a la hora de retrasar la aparición de los signos del paso del tiempo. Además, combinado con Vitamina C, que es como viene en casi todas las formulaciones, se logra luchar contra las arrugas y las líneas de expresión.

En ampollas para un uso como sérum

Aunque tanto la vitamina C como los proteoglicanos se pueden encontrar en formulaciones como cremas, los expertos se decantan por las ampollas. Este formato permite actuar de manera directa y que sea aplicado como sérum directamente sobre la piel.

Se aplica dando ligeros toquecitos con la piel bien limpia y sin olvidar, especialmente si utilizamos las que llevan vitamina C, que hay que aplicar siempre después un protector solar con un factor alto para evitar los efectos del sol y la aparición de manchas.