A estas alturas es raro la persona que no ha sufrido los efectos del maskné en su propia piel. Según los dermatólogos, el roce constante con las fibras de las mascarillas y la humedad continuada del aliento provocan que las bacterias se acumulen junto a la grasa de la piel y aparezcan granitos en la zona de la barbilla. Por eso, Laia Martín, training manager de la firma danesa Grums Aarhus en España nos da cinco consejos para evitarlo.

Sé muy escrupulosa con la limpieza. Si, ahora más que nunca no te la saltes ni un día. Utiliza geles y jabones específicos para el acné o pieles sensibles y no dudes en utilizar una mascarilla limpiadora una o dos veces a la semana para una limpieza más profunda. Cambia tu mascarilla. Además de mantener limpias tus mascarillas reutilizables, si tienes un brote de acné en la zona, pásate a las mascarillas quirúrgicas y sigue a rajatabla los tiempos de utilización.

Utiliza tónicos específicos en la zona. El ácido salicílico, el glicólico, láctico, entre otros pueden ayudarte a mantener a raya los granitos. Eso sí, no los utilices si tienes heridas y siempre es conveniente consultar al dermatólogo antes de introducir determinados productos en tu rutina.

 La zona afectada de maskné

¡No toques! Sabemos que es complicado, pero es lo más importante si quieres combatir el maskné. Podemos pasar muchas bacterias a la piel y conseguir que se infecte. Evita tocarte la cara siempre que puedas.

Trata la barbilla como una zona diferente. A veces tenemos que tratar diferentes zonas del rostro de distinta manera. Quizás en esta última época tu crema hidratante es demasiado para esa zona, prueba a utilizar un serum o una crema más ligera.Elige uno específico para pieles sensibles que, a su vez, tenga propiedades antioxidantes, con ácido hialurónico y la glicerina, para aumentar la hidratación y la elasticidad de la piel.