En un mundo donde el tiempo apremia y el cuidado de la piel se vuelve cada vez más especializado, las cremas “con siglas” se han convertido en aliadas indispensables en los neceseres de belleza. Desde que las BB creams irrumpieron en el mercado occidental —tras conquistar Asia—, no han parado de surgir fórmulas multifunción que prometen simplificar nuestra rutina sin renunciar a los resultados. Y así nació una nueva categoría de productos híbridos que combinan lo mejor del maquillaje y el tratamiento facial.
Hoy, la oferta abarca desde las AA (Anti-Aging) hasta las DD (Daily Defense), pasando por las ya populares BB (Blemish Balm) y CC (Color Correcting) creams. Cada una responde a una necesidad específica de la piel y ofrece beneficios únicos. Conocer sus diferencias, propiedades y usos puede marcar un antes y un después en tu rutina de belleza. Porque sí: aplicar la crema adecuada no solo mejora la apariencia, sino también la salud de tu piel.
AA Cream: el tratamiento antiedad en versión ligera
Las AA creams, o Anti-Aging creams, fueron de las primeras en inaugurar esta tendencia alfabética. “Son cremas diseñadas para combatir los signos del envejecimiento. Pueden contener una enorme variedad de activos: péptidos biomiméticos, ácido hialurónico, retinol, retinal o bakuchiol. Este tipo de activos acelera la velocidad de regeneración de la piel, vivificándola y aportándole células nuevas”, explica Jerónimo Ors, farmacéutico y director de Cosméticos Paquita Ors.
Las cremas AA son ideales para una piel rejuvenecida y radiante.
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A diferencia de otras cremas con color, no se centran tanto en la cobertura, sino en prevenir y suavizar arrugas, aportar firmeza y mejorar la textura de la piel. Su textura suele ser ligera, pero efectiva, lo que las convierte en una excelente base de día para quienes buscan una piel más joven sin recurrir a productos pesados.
También suelen contener filtros solares, lo que suma un plus de protección frente a los rayos UV, uno de los principales aceleradores del envejecimiento cutáneo.
BB Cream: el híbrido perfecto entre maquillaje y tratamiento
La BB Cream —abreviatura de “Blemish Balm” o “Beauty Balm”— es probablemente la más conocida y extendida. Su origen se remonta a Alemania, aunque fue Corea del Sur quien la popularizó gracias a su enfoque integral de belleza. “Sirvieron inicialmente para calmar la agresión sobre la piel; contienen agentes calmantes que unifican la piel, mejoran la calidad del maquillaje y dan hidratación a la piel”, afirma el experto.
Su versatilidad la hace apta para todo tipo de pieles, aunque hoy en día encontramos versiones específicas para piel grasa, seca, sensible o mixta. Es una gran elección para los días con prisa, con una cobertura ligera y natural, ideal para cuando necesitas salir con buena cara en solo unos minutos.
CC Cream: corrección de color sin esfuerzo
La evolución natural de la BB Cream fue la CC Cream, enfocada en la corrección cromática. “Están diseñadas para pieles maduras o grasas y suele ser una base que se aporta antes del maquillaje para nutrir o unificar el tono. Suelen ser más cubrientes que las BB, lo cual ayuda a la corrección de las imperfecciones”, continua.
Las CC creams son las que más popularidad han ganado en este terreno.
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Además de ofrecer un leve toque de maquillaje, contienen ingredientes calmantes, antioxidantes y, en muchos casos, protección solar. Gracias a su tecnología de pigmentos inteligentes, es perfecta para pieles con hiperpigmentación o rosácea leve, ya que neutraliza el color sin necesidad de usar varios productos.
Su acabado suele ser más luminoso y perfeccionador, y está pensada para quienes priorizan una piel saludable con un aspecto fresco y radiante.
DD Cream: defensa diaria para pieles maduras
Por último, las DD Creams (Daily Defense o Dynamic Do-All) son las más recientes en incorporarse al diccionario cosmético. Combinan los beneficios de todas las anteriores con un foco especial en la protección diaria frente a agresores externos como la contaminación, la luz azul o el estrés oxidativo. “Contienen protección solar, lo que resulta muy importante en estos meses en los que la radiación ultravioleta está en aumento y agrede la piel. Pueden contener sustancias antirradicales libres como la vitamina C, el licopeno o el fullereno”, añade Jerónimo.
Además de hidratar y unificar el tono, fortalecen la barrera cutánea y previenen el envejecimiento prematuro, lo que las convierte en una excelente opción para mujeres que viven en grandes ciudades o están constantemente expuestas a factores ambientales adversos.
¿Qué tipo de piel se beneficia más de cada una?
Ahora que hemos dejado claro qué es lo hace cada tipo de crema, tenemos que ver el tipo de piel que corresponde a cada una de ellas. El experto farmacéutico nos lo ha dejado claro, facilitando tu próxima compra en esta categoría.
- Las cremas DD son muy apropiadas para primavera o verano porque suelen contener factores de protección solar, además de incorporar en la formulación activos que nos ayudan a eliminar el daño solar.
- Las cremas CC, por el contrario, son las más apropiadas junto con las AA para pieles castigadas, desvitalizadas y con poca luminosidad. Estas cremas también se adecuan a las pieles grasas o mixtas por su bajo contenido graso.
- Las cremas AA son las más genéricas, pudiéndose aplicar a todo tipo de pieles
- Las cremas BB están destinadas a pieles más sensibles y pueden contener plantas calmantes como la manzanilla, el aloe o la caléndula, ayudando a calmar las pieles sensibles en primavera.
Eso sí, aunque este tipo de producto tenga muchos beneficios, eso no significa que sean válidos para todo el mundo. “Si se tiene una piel sensible con tendencia a acné, a la descamación o muy envejecida por el sol, este tipo de productos no son el ideal para nosotros. Considero que son una buena introducción a la cosmética para personas muy jóvenes, con pieles muy sanas y sin malas tendencias. Este tipo de cosméticos ayudan a familiarizarnos con las rutinas y pueden ser un buen complemento para los viajes o situaciones irregulares donde no usas tu rutina de skincare habitual”, sentencia el experto.
Cómo aplicar este tipo de crema de forma correcta
Aplicar una crema AA, BB, CC o DD correctamente no solo garantiza un mejor acabado, sino que también potencia todos sus beneficios. Tal y como nos cuenta el especialista, “el ritual de belleza tiene que empezar por una limpieza muy suave en estas semanas de primavera, en las que la piel está más sensible. Aplicaremos después el contorno de ojos, que además de tener un efecto barrera, se extiende mejor. El siguiente paso son los sueros tensores, regeneradores o activadores. Lo ideal es esperar unos breves minutos, aportando después la base de crema doble y, posteriormente, si vamos a estar al aire libre, la protección solar”.
Se debe aplicar una pequeña cantidad y con movimientos circulares.
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No tienes que aplicar una gran cantidad de la crema que hayas escogido, ya que con una pequeña cantidad del producto —del tamaño de un guisante— suele ser suficiente. Repártelo por puntos estratégicos del rostro: frente, mejillas, nariz y barbilla. Utiliza las yemas de los dedos para extenderla, con movimientos suaves y circulares desde el centro hacia el exterior de la cara.
Para un acabado más pulido, puedes usar una esponja o brocha, pero el calor de los dedos suele ayudar a que el producto se integre mejor con la piel. ¿El truco final? Presiona suavemente con las palmas sobre el rostro para fijarla y dar un acabado natural. Así, conseguirás una piel perfecta, protegida y luminosa en un solo paso.
Lejos de ser solo una moda pasajera, las cremas con siglas representan una evolución inteligente del cuidado de la piel. Combinan múltiples beneficios en un solo gesto, adaptándose a nuestras necesidades reales y al estilo de vida actual. La clave está en conocer tu piel, tus prioridades y elegir la fórmula que mejor encaje contigo. Porque, en definitiva, el verdadero lujo es cuidar de ti misma con eficacia y sencillez.