No hace falta ser un experto en belleza para darse cuenta de que la reina Letizia se cuida. Y mucho. Sus brazos torneados, sus gemelos trabajados y su piel luminosa y firme la delatan. La Reina Letizia, que cumplió 52 años el 15 de septiembre, es una ferviente seguidora de una alimentación antiinflamatoria, como lo es la dieta Perricone. “El doctor Perricone, uno de los mejores dermatólogos del mundo, creó la dieta Perricone que se centra en la reducción de la inflamación y la oxidación celular, dos factores clave en el envejecimiento prematuro de la piel. Y, en este tipo de alimentación antiinflamatoria, las frutas tienen un papel fundamental. Cuando más azúcar tengan, más inflamatorias serán”, nos advierte Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD.
Frutas que consume la reina Letizia
La elección de las frutas que consume la reina Letizia juega un papel fundamental. Mientras que algunos tipos de fruta pueden mejorar la salud de la piel, otros, debido a su alto contenido en azúcar, aceleran el envejecimiento. “Entre las frutas que Letizia incorpora regularmente a su dieta, destacan aquellas que son bajas en azúcar y ricas en antioxidantes. Los frutos rojos, como frambuesas, moras, fresas y arándanos, son protagonistas en su alimentación”, cuenta la cosmetóloga de Perricone MD, Raquel González.
Estas frutas no solo son muy sabrosas, también contienen altos niveles de antioxidantes, “en particular las antocianinas, que protegen la piel del daño oxidativo y ayudan a reducir la inflamación. Además, su elevado contenido en fibra favorece un buen tránsito intestinal y ayuda a equilibrar las hormonas y se refleja en una piel más luminosa, además de ayudar a metabolizar el azúcar e impedir los picos glucémicos”, apostilla González.
Otra fruta clave en la dieta del doctor Perricone que la Reina Letizia suele consumir es la manzana verde. A diferencia de las variedades más dulces, “las manzanas verdes tienen un menor contenido de azúcar, lo que las convierte en una opción ideal dentro de la dieta Perricone”, recuerda la cosmetóloga. Estas manzanas son una fuente excelente de “pectina, una fibra soluble que ayuda a desintoxicar el cuerpo, y ayuda a tener una piel sin imperfecciones y mejor hidratada”, agrega González. Las peras, también bajas en azúcar, son otra elección habitual. “Y lo que muy poca gente conoce es que el kiwi es también uy saludable. Contiene hasta 8 veces más nutrientes que las manzanas, es muy rico en fibra y, al tener muy poca azúcar, reduce los picos de insulina. Además, contiene el doble de vitamina C, el antioxidante por excelencia, que la naranja y es muy antiinflamatorio”, apostilla González. Estas frutas, además de ser hidratantes, aportan fibra que ayuda a mantener el equilibrio hídrico del cuerpo, esencial para una piel suave y sin arrugas.
El aguacate, aunque más conocido como una fuente de grasa saludable que como una fruta, es igualmente importante en su dieta. “Rico en ácidos grasos monoinsaturados, vitamina E y antioxidantes, el aguacate no solo nutre la piel desde dentro, sino que también ayuda a combatir los radicales libres que aceleran el envejecimiento”, revela la cosmetóloga de Perricone MD. Otro aliado en la dieta de Letizia es el limón. Su zumo, con un alto contenido en vitamina C, “estimula la producción de colágeno y ayuda a mantener la piel firme y elástica. Además, su capacidad para alcalinizar el cuerpo contribuye a reducir la inflamación”, dicen desde la firma.
Por aclarar, “aunque todas estas frutas pueden ayudar a nuestra piel, siempre se habla refiriéndose a la fruta entera, no en zumo. Los zumos liberan los azúcares y reducen la fibra, convirtiendo el jugo de estas frutas en elemento proinflamatorio”, define González.
Las frutas que nunca estarán en la nevera de la reina
Sin embargo, no todas las frutas son bienvenidas en la dieta de la Reina Letizia. “El Dr. Perricone aconseja evitar aquellas con un alto contenido en azúcar, ya que pueden desencadenar procesos inflamatorios y acelerar el envejecimiento de la piel”, recomienda Raquel González, la directora técnica de la firma. Por ejemplo, los plátanos, aunque nos dan mucha energía, son ricos en azúcares naturales que pueden causar picos de insulina y contribuir a la inflamación, “y podría generarnos brotes de acné, además de pérdida de elasticidad”, agrega a cosmetóloga. Las uvas, tan típicas de nuestra tierra, son muy dulces y están en la lista de frutas que doña Letizia prefiere evitar. “El alto contenido en fructosa de las uvas puede desequilibrar los niveles de azúcar en sangre y potenciar la inflamación”, detalla la cosmetóloga.
El mango es otra fruta que, a pesar de sus muchas vitaminas, queda fuera de un menú 'perriconista' debido a su elevado contenido de azúcar. “Aunque está muy rica, su consumo podría contrarrestar los beneficios antiinflamatorios que busca la dieta Perricone. De manera similar, la piña, aunque rica en bromelina, una enzima con propiedades antiinflamatorias, es mejor evitarla debido a su alto índice glucémico”, finaliza la directora técnica de Perricone MD, Raquel González.
El aval científico de la dieta Perricone
El Dr. Nicholas Perricone, considerado uno de los dermatólogos más prestigiosos del mundo, es el cerebro detrás de esta dieta, que combina la dermatología con la nutrición, apoyándose en la idea de que la inflamación es una de las principales causas del envejecimiento prematuro. Numerosos estudios, como el "Daily Lifestyle and Inflammatory Skin Diseases" publicado en el International Journal of Molecular Sciences, respaldan la conexión entre la alimentación, la inflamación y la salud de la piel.
La dieta Perricone no solo mejora la salud de la piel, sino que también promueve un estilo de vida más saludable en general. “Al centrarse en alimentos que combaten la inflamación y la oxidación celular, la dieta ayuda a reducir las rojeces, mejorar la luminosidad, y aumentar la firmeza de la piel”, señala la cosmetóloga Raquel González. La Reina Letizia es un ejemplo de cómo la elección adecuada de alimentos puede tener un impacto notable en la apariencia y salud de la piel. A los 20, a los 40 y a los 52 años.