Lo primero que debemos saber es que la piel del escote es más fina y delicada, con un tejido subcutáneo que disminuye con la edad y que, no olvidemos, soporta el peso del pecho. Es una zona que tiende a deshidratarse y está expuesta al sol. Por todo ello pierde antes elasticidad y envejece con más facilidad. ¿Sus riesgos? Arrugas, capilares dilatados, estrías, flacidez e incluso algo que puede llamarte a atención: celulitis.
Exfoliar es una de las claves para tener un escote de vértigo
Lo ideal es realizarla una vez a la semana, o cada quince días si se trata de una piel más delicada. Mejor un peeling enzimático que te ayude a eliminar impurezas y dar vitalidad al escote. Realiza un exfoliado suave y consigue deshacer las uniones entre las células muertas pero sin dañar las que están en buen estado. Conseguimos acelerar la renovación celular, disminuir las manchas y arrugas poco profundas.
¿Qué rutinas nos ayudan a frenar el envejecimiento en esta zona?
Además de la exfoliación que acabamos de contar es fundamental aplicar a diario una crema hidratante. En movimientos ascendentes y nunca olvides la protección solar. Al igual que la cara y el cuello requiere de cuidados diarios. Por la noche una crema muy nutritiva que ayude a recuperar la piel del escote de las agresiones del día y de las toxinas. No olvides que, al no ser una zona en la que vas a maquillarte, puedes utilizar una crema más densa que la que usas en el rostro.
Existen también gadgets como los masajeadores con rodillo que puedes pasar por cuello y escote. Consigues activar la circulación y mejorar la penetración de los activos que apliques.
Evita los cambios de peso y dormir boca abajo. Realiza deporte con sujetadores adecuados y recuerda que tabaco y alcohol envejecen también esta zona. No abuses tampoco de los sujetadores puhs-up porque favorecen la aparición de arrugas.
¿A partir de qué edad deberíamos empezar a prestar más atención a nuestro escote?
No olvidemos que a partir de los 30 se reduce la producción de elastina y colágeno, algo que se acentúa durante la menopausia. Es una zona expuesta durante mucho tiempo a las radiaciones solares, a los cambios de temperatura… y es una zona en la que difícilmente estamos pendiente de su deshidratación. Tampoco tiene suficiente melanina por lo que la aparición de manchas es también más fácil. Y es vulnerable a los cambios de la mujer por lactancia, embarazo, dietas, menopausia…
¿Debemos utilizar una hidratante específica o nos vale la que utilizamos para el rostro?
Debes utilizar una crema nutritiva, reafirmante y aclaradora para evitar que salgan manchas. En muchas ocasiones puede ser la misma que emplees para el rostro y son acertadas si contienen ácido hialurónico, silicio, colágeno, Vitamina C… Pero a partir de los 40 puede ser aconsejable emplear una específica de cuello y escote. Hay también aceites enriquecidos con Vitaminas E, B, omega 3 y omega 6, coenzima Q10 y caroteno, que nutren, reafirman, alisan e iluminan el escote. O las mascarillas con efecto lifting que hidratan e iluminan.
¿Cuáles son los principios activos más eficaces?
Los más eficaces para tratar esta zona son:
Ácido Hialurónico por su capacidad para retener agua, ayudando a hidratar y mantener el efecto tensor.
Retinol: Al ser un derivado de la vitamina A, estimula la producción natural de colágeno, y además elimina manchas (en caso de que hayan aparecido) y combate de manera eficazaz las arrugas. Mejora de manera muy visible el aspecto externo de la piel y el proceso de renovación celular.Pero cuidado porque irrita las pieles sensibles y no debes usarlo si te vas a exponer al sol.
Centella asiática: es un magnífico antiaging. Uno de sus componente, el ácido asiático, favorece la producción de colágeno, y mejora la salud del tejido en esta zona tan delicada.
Fundamental siempre la protección solar. La exposición al sol acelera el envejecimiento y hay otros factores como el alcohol o el tabaco que también lo hacen. En cuanto al sol debemos utilizar fotoprotección todo el año y prestar especial atención en los meses cálidos en los que nos expongamos al sol.