Cada piel es un mundo, y por tanto requiere cuidados y productos diferentes en su rutina de cuidados diaria. Y dentro de esa rutina la hidratación es fundamental En cualquier época del año un rostro perfectamente hidratado es sinónimo de luminosidad, vitalidad, y, en definitiva, de belleza. Y todavía más cuando llega el verano que la prolongada exposición al sol y el sal de mar y el cloro de las piscinas, hace que la piel se apague y reseque aún más que durante el resto del año. Pero, ¿sabrías reconocer cual es tu tipo para aplicar la crema hidratante que mejor se adapte a tus necesidades?.
El estado de tu piel va cambiando con el tiempo y se determinada por diversos factores. Uno endógeno, cuya causa principal es la genética, y otro exógeno, que viene principalmente determinado por factores como la alimentación, la contaminación, el estrés, falta de sueño y rayos UV.
Una hidratante para cada tipo de piel
Las necesidades de una piel grasa no son las mismas que la de una seca o sensible. Para que no te equivoques a la hora de elegir la hidrante que mejor se adapta a las características de tu piel, te descubrimos la particularidad de cada una y cómo debes actuar.
Pieles mixtas
Son aquellas con una piel entre normal y grasa. La zona T (frente , nariz y barbillas) se caracteriza por ser mas grasa y la zona de las mejillas más bien seca. El principal reto al que se enfrentan es conseguir hidratación pero al mismo tiempo minimizar la producción de sebo.
Un paso muy importante para este tipo de pieles es que debes exfoliar tu rostro al menos una vez por semana y aplicar en tu piel una mascarilla nutritiva.
Pieles grasas
Son aquellas pieles con un exceso de producción de sebo y brillo lo que provoca una mayor propensióna a tener granos, puntos negros y poros dilatados. Es importante exfoliarla a menudo, así evitaremos la suciedad.
Las pieles grasas también se ven afectadas por desequilibrios hormonales, edad, el clima y la alimentación entre otros factores.
Pieles secas
Son aquellas aquellas que se caracterizan por falta de humedad, tirantez y rigidez. Los cambios estacionales suelen provocar cambios en la misma. Presentan un aspecto apagado y suelen pelarse. Son pieles que necesitan una buena hidratación (productos con aceites grasos esenciales, antioxidantes, aquellos que restauran la humedad natural de la piel).
Pieles sensibles
Son aquellas que presentan pequeñas rojeces, picazón y ardo, reacciones alérgicas y manchas, que se acentúan todavía más en esta época del año cuando la exposición al solo es muy elevada. Deben tener especial cuidado a la hora de elegir los cosméticos propensos a todas estas patologías.
Ten en cuenta que si este es tu tipo de piel, tienes que elegir productos con propiedades curativas, calmantes y antiinflmatorias.