Ahora lo hemos entendido todo. Ahora sabemos por qué la piel de Virginia Troconis siempre luce impecable, lisa y libre de arrugas. La mujer de Manuel Díaz 'El Cordobés' nos ha contado su secreto mejor guardado para poner a punto su piel. Es la radiofrecuencia facial. Ahora sabemos por qué es uno de los tratamientos elegidos por las novias para el día más especial de sus vidas, y también por qué es el protocolo que eligen las actrices antes de pisar una alfombra roja. Ahora ya habíamos oído hablar de este procedimiento en otras ocasiones, tras ver cómo se lo hacen a Virginia -acompañado de movimientos manuales de masaje- nos ha entrado muchas ganas de probarlo. ¿La razón? Consigue súper buena cara sin necesidad de estar maquillada. Sí, es salir del tratamiento y tener la sensación de haber dormido 12 horas.
Tal y como explica Virginia Troconis, la radiofrecuencia facial es uno de sus tratamientos favoritos, uno de los que mejor resultados dan. Y lo cierto es que viendo sus resultados, no lo ponemos en duda. Sí, es así, tiene la pie supure bien. Es un tratamiento que solo, o completado con otros, tiene muchos beneficios para la piel. No es invasivo ya que utiliza ondas de radio para calentar las capas más profundas de la piel de la cara.
Este calentamiento estimula la producción de colágeno y elastina, dos proteínas clave responsables de la firmeza y elasticidad de la piel. Además de alisar la piel, hidrata, relaja los músculos de la cara y da un aspecto muy jugoso desde la primera sesión.
Si quieres saber para quién esta recomendado, has de saber que, al ser un tratamiento antiedad, suele recomendarse a partir de los 30 años. A esa edad ya empezamos a perder hidratación, especialmente en la zona orbicular.
Aquí hay algunos aspectos clave de la radiofrecuencia facial que ha enamorado a Virginia Troconis:
Hay una generación de mujeres –de más de 40 años– que parece no envejecer y cuyo rostro siempre está impecable y jugoso. Una de ellas es Virginia. La pregunta es simple: ¿cuál es su secreto anti-edad? La respuesta también lo es: radiofrecuencia facial.
Y no, no es necesario pasar por el quirófano para presumir de una piel impecable. La clave de su éxito reside en que la radiofrecuencia trabaja penetrando las capas más profundas de la piel con ondas de radio. Este calor estimula la producción de colágeno y elastina, lo que puede ayudar a mejorar la firmeza y la elasticidad de la piel.
Aquí hay algunos aspectos clave de la radiofrecuencia facial:
Reducción de arrugas y líneas finas: El aumento de colágeno y elastina puede tener un efecto rejuvenecedor al reducir la apariencia de arrugas y líneas finas. La piel se vuelve más tersa y con un aspecto más juvenil.
Reafirmación de la piel: La radiofrecuencia facial puede tener un efecto tensor inmediato, reafirmando la piel y mejorando la apariencia de la flacidez facial.
Mejora de la textura de la piel: Además de reducir arrugas, la radiofrecuencia facial puede mejorar la textura general de la piel, proporcionando un cutis más suave y uniforme.
Sin tiempo de inactividad: A menudo, la radiofrecuencia facial es considerada como un tratamiento sin tiempo de inactividad. Los pacientes pueden regresar a sus actividades normales después del procedimiento.
Sesiones repetidas: Aunque algunos resultados pueden ser visibles después de una sola sesión, se recomienda un curso de sesiones para obtener resultados más significativos y duraderos. La frecuencia y el número de sesiones pueden variar según la persona y la condición de la piel.
Pero no es la única intervención no invasiva que utiliza. Virginia, que se cuida mucho en su día a día, además de con su estilo de vida sano, también recomienda la maderoterapia facial para estimular y mejorar la circulación sanguínea y linfática, además de hacer lo propio con “el aspecto y la flacidez de la piel” y reactivar “la producción de colágeno, elastina y vitamina E”.